sábado, 18 de marzo de 2017

Más escudos en Molina de Aragón


HERRERA CASADO, Antonio, Heráldica molinesa, Guadalajara, Aache Eds. (col. Tierra de Guadalajara, 99), 2016, 109 pp.

Apunta Herrera Casado en la Presentación del libro que comentamos que ya en 1985 realizó numerosos viajes a lo largo de la provincia de Guadalajara, deteniéndose preferentemente en la recogida de datos acerca de sus obras de arte más llamativas. Aquel “material” sirvió para llevar a cabo una serie de estudios que dieron forma a lo que hoy conocemos como ArchivoHeráldico de Guadalajara, a través de los que se dieron a conocer gran cantidad de datos recogidos en de Catálogo de los Escudos de Guadalajara, que tanta importancia tienen gracias a las imágenes y descripciones que contienen.
La tercera entrega de aquellos archivos se dedicó en su totalidad a la heráldica conservada -entonces- en los pueblos del Señorío de Molina, repartida en sus casonas, templos y otros elementos.
Una heráldica ciertamente especial, muy diferente a la de otros pueblos del resto de la provincia, debido a unas características históricas y geográficas surgidas tras constituirse en terreno independiente de Aragón y Castilla, donde las repoblaciones fueron frecuentes y en su mayor parte procedentes de distintos lugares del País Vasco y Navarra, de donde  también procedían numerosos hidalgos cuyos blasones fueron encastados en los muros de sus casonas y en otras obras que se realizaron gracias a su ayuda y patrocinio económico, puesto que se trataba de gentes acaudaladas, como propietarios de importantes rebaños de ganado y, en otros casos, a ser ricos propietarios de empresas que con el paso del tiempo fueron alcanzando mayor desarrollo.
En el libro que comentamos se llevan a cabo los estudios de los escudos de armas de los pueblos de Molina deAragón y de su Señorío, al tiempo que se revisan los utilizados por sus primeros señores, los de Lara, -de los que han llegado hasta nuestros días algunos sellos plúmbeos, así como algunas descripciones de sus emblemas-, finalizando con un extenso catálogo, a modo conjunto de fichas, de los escudos actualmente existentes en la ciudad de Molina, además de algunos otros que todavía pueden  pueden verse empotrados en los muros de numerosos edificios de pueblos del Señorío, que tal vez sirvan como materia prima de cara a otros estudios, más amplios y completos, sobre este mismo tema.
El modelo de ficha que se emplea en el presente trabajo es bastante amplio y sirve para que el lector adquiera un conocimiento claro de la pieza que se analiza en cada momento, que son sesenta.
Veamos un ejemplo:
42.- Molina de Aragón. Titular.- Fernando Valdés y Tamón, Virrey de Filipinas. Escudo.- Valdés y otros. Localización.- Palacio del Virrey de Manila, en la calle Quiñones. Material.- Piedra. Fecha.- Segunda mitad del siglo XVIII. Descripción y blasonado.
Como vimos antes, el libro comienza con una serie de apuntes históricos que abarcan desde el mundo celtibérico hasta la actualidad, centrándose principalmente en la Romanización y en la Edad Media, y detenerse con mayor minuciosidad con los empleados por la saga de los Condes de Molina, la familia de los Lara, cuyo primer señor fue don Manrique o Amalrico, destacado cortesano de la Castilla durante el reinado de doña Urraca y posterior de su hijo Alfonso VII, -en el que desempeñó el cargo de alférez real y obtuvo las tenencias y alcaidías de Atienza, Toledo, Almería, etc., teniendo bajo su cuidado al niño Alfonso VIII, futuro rey de Castilla y que duró hasta el declive de su línea sucesoria, ya en el siglo XIII, en que dicha saga fue incorporada a la Corona-.
En lo que se refiere al escudo de la ciudad, hay que partir del siglo XII fecha en que gozaba de un emblema propio, derivado de su nombre, tal y como recogen los primeros cronistas, y que los Comuneros de Castilla situaron en una parte de la muralla de Cuenca; así Sánchez Portocarrero en su Historia del Señorío de Molina.
Poco después, en lugar de escudo pétreo, utilizó un sello en cuyo anverso figura una rueda de molino y las palabras: “+ SIGILLUM CONCILII : M… E” y en el reverso, una torre o castillo con cuatro almenas, dos ventanas y portal, acompañado de dos leones rampantes y la leyenda “+ T … CON”, que después irán evolucionando como indican Argote de Molina (1588) en su Nobleza de Andalucía y muchos otros.
Estudio semejante se efectúa acerca del escudo del Señorío de Molina, adoptado desde 1222, tras la concordia de Zafra.
Otros apartados se destinan al estudio de los escudos del cabildo eclesiástico y de los Condes de Molina, de gran interés histórico, para continuar con el catálogo de los de Molina y de alguno de sus pueblos: Fuentelsaz, Hinojosa, Ventosa, Milmarcos, El Pobo de Dueñas y Setiles.
Un libro sencillo, utilísimo para conocer con mayor detenimiento parte de la historia molinesa a través de estas piezas que, por desgracia, van desapareciendo paulatinamente debido a derribos de edificios y a su posterior adquisición por manos privadas en lugar de ser custodiadas en museos y colecciones locales y municipales para su mejor conservación.

José Ramón López de los Mozos 

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