Boletín de la
Asociación de Amigos del Museo de Guadalajara (B.A.A.M.GU.), nº. 6 (Guadalajara,
Asociación de Amigos del Museo de Guadalajara, 2015) [pero 2016], 224 pp.
[I.S.S.N.: 1889-173X].
Un nuevo número del Boletín de la Asociación de Amigos del Museo de Guadalajara ha
visto la luz. En esta ocasión consta de una decena de colaboraciones que, por
su contenido, contribuyen a que cada día tenga mayor interés para los amantes
de los temas relacionados con la provincia de Guadalajara, especialmente en lo
referente a su Arqueología, Arte, Historia y Etnografía.
Comienza el citado Boletín
con un extenso trabajo del profesor Juan Manuel Abascal Palazón, de la
Universidad de Alicante, titulado “El despoblado de Santas Gracias (Espinosa de
Henares, Guadalajara) y las obras del ferrocarril de 1859-1860”, págs. 9-30, referente
a los trabajos que se llevaron a cabo en la ribera del río Henares para
proceder a la instalación del tendido férreo -la primera vía que se trazó- entre
Madrid y Zaragoza (MZA), en los que aparecieron numerosos restos arqueológicos
cuyo estudio fue encargado por el Gobierno a la Real Academia de la Historia.
Dichos estudios dieron como resultado un interesante expediente en el que
destacan los estudios efectuados en el paraje conocido por Santas Gracias, en
el término municipal de Espinosa de Henares, donde, posiblemente, se encontrase
el emplazamiento de la mansión viaria de Caesada.
El trabajo de Abascal contiene un análisis muy detallado del mencionado
expediente, -que se acompaña de un croquis del trazado de la vía romana a lo
largo del valle del Henares, entre Guadalajara y Bujalaro, remitido a la Real
Academia de la Historia por Ángel Rodríguez Arroquia y fechado el 6 de abril de
1859 (RAH-9-7373-92)-, así como de dos apéndices: una relación de objetos
hallados en las excavaciones del “camino de hierro” de Madrid a Zaragoza, 2ª.
sección desde Guadalajara a Jadraque y puente de Bujalaro en la carretera de
Francia (en el que se citan pormenorizadamente los objetos encontrados: en la
Campiña, frente a los Parrales; en Peñahora, en la confluencia de los ríos
Sorbe y Henares; en el pontón viejo de Cerezo; en Santas Gracias, frente a
Espinosa; al otro lado del río Aliendre; en Carrascosa; al otro lado del río
Bornoba, y en Castilblanco, en el desmonte entre Jadraque y el puente de
Bujalaro, además de restos de construcciones en los Parrales, frente a la casa;
más adelante, entre las viñas de los Castillejos; antes de llegar a Fontanar;
en Peñahora; en el pontón viejo de Cerezo; cerca del puente nuevo -aunque han
desaparecido debido a las riadas-; poco antes del molino de la Camarera; frente
a Espinosa, en el desmonte de Aliendre (Santas Gracias); antes de Carrascosa;
en el río Bornoba, de la parte de Jadraque; en el propio Jadraque; en
Castilblanco, y en el puente antiguo de Bujalaro) así como la relación de los
documentos que sobre estas obras se conservan en el expediente de la Real
Academia.
Otro trabajo de arqueología, en esta ocasión realizado
por Consuelo Vara Izquierdo y José Martínez Peñarroya, de CASTRVM patrimonio
histórico S.L., titulado “Primeros indicios de la necrópolis hispanovisigoda de
El Soto (Illana, Guadalajara)”, págs. 31-56, trata de los restos aparecidos
gracias a un hallazgo fortuito, entre los que se encontró una sepultura de
lajas de piedra, en un altozano a la izquierda del Tajo próximo al límite con
la Comunidad de Madrid, enclavado aguas abajo de la ciudad de Recópolis. En el
interior de dicha sepultura se encontró una moneda -un tremis de oro- fechada en el reinado de Egica, que ofrece la
posibilidad de señalar un nuevo asentamiento del periodo visigodo en Hispania.
El trabajo se acompaña de una copiosísima bibliografía temática.
Raúl Romero Medina, de la Universidad Internacional de
la Rioja, participa en el Boletín con
una colaboración titulada “El palacio tardogótico castellano como arma de
proyección social del linaje. Del Infantado a Cogolludo”, págs. 57-74, que
viene a ser una reflexión acerca del significado del palacio como lugar para
habitar y también como espacio social entre la nobleza castellana bajomedieval,
basándose para ello en el esquema arquitectónico empleado en el palacio de los
Medinaceli, de Cogolludo, que parte de modelos decorativos mudéjares, aunque,
en realidad se trata de una simbiosis de temas clásicos y mudéjares, concebidos
por sus promotores como elementos demostrativos, socialmente, de su poder
económico, especialmente a través de su rico ajuar doméstico, recogido en los
apéndices.
La colaboradora habitual Elena García Esteban,
restauradora y conservadora de obras de arte, es autora de “Restauración y
apertura de una caja de caudales de la Edad Moderna en Guadalajara”, págs.
75-92, artículo en el que muestra los trabajos de restauración y conservación llevados
a cabo por ella en una caja custodiada por el Ayuntamiento de Guadalajara. Los
trabajos realizados, consistentes en la creación de nuevas llaves y la
reparación de su cerradura, dieron lugar a su posterior apertura, tras la que
surgieron una serie de descubrimientos tanto técnicos como funcionales, como el
hallazgo de un maravedí de cobre de Felipe V, atrapado en la cerradura que
quizá proporcione la clave de su uso: el transporte de caudal monetario de
forma segura.
Normalmente son escasos los trabajos que se escriben
acerca de las fiestas y tradiciones populares de la provincia de Guadalajara,
aunque en esta ocasión, Amparo Donderis Guastavino, Archivera Municipal de
Sigüenza, lo hace sobre “El folklore de Sigüenza a través de sus elementos festivos”,
págs. 93-117. Un trabajo en el que da a conocer las fiestas que se celebran a
lo largo del año, cumpliendo con las tradiciones heredadas de padres a hijos,
cuyo origen permanece desconocido en tantas ocasiones, y que a pesar de su
singularidad y características propias, conservan una serie de elementos
comunes con fiestas semejantes que se llevan a cabo en otros lugares. Así, los
arcos vegetales, las hogueras, las salidas de comparsas de gigantes y
cabezudos, etcétera, que constituyen el objeto del análisis que se desarrolla a
lo largo del presente artículo.
Al Equipo ADOBE ha correspondido la realización de un
amplio trabajo sobre la “Alfarería insólita de Guadalajara”, págs. 119-170, en
el que se da noticia, tal como indica su título, de multitud de piezas insólitas,
inusuales y sorprendentes, que, por lo
general, surgieron como respuesta a las sucesivas necesidades del
momento y que se idearon y fabricaron por distintos alfares de la provincia de
Guadalajara, aunque de manera poco frecuente puesto que solían hacerse por
encargo. Su resultado siempre fue acompañado por un alto grado de imaginación y
creatividad.
Quien esto escribe participa con una “Bibliografía de
la provincia de Guadalajara. Diciembre 2014-Diciembre 2015”, págs. 171-178,
como viene siendo habitual en números anteriores. La presente serie
bibliográfica, al igual que las anteriores, aparece dividida en tres apartados:
Historia, Arte y Antropología, Etnología y Folklore y trata de ser una
recopilación, lo más completa posible, de los distintos trabajos publicados en
libros y revistas especializadas a lo largo del periodo que se indica, con la
que se pretende dar a conocer y dejar constancia de los numerosos títulos
publicados, de interés para el investigador, referentes a la provincia de
Guadalajara que, en este caso, superan el medio centenar, incluyendo ediciones
en formato digital y CD.
El Cronista Provincial Antonio Herrera Casado incluye,
con motivo del fallecimiento de Dimas Fernández-Galiano Ruiz, director que fue
del Museo de Guadalajara durante algunos años, una breve colaboración -titulada
“Dimas Fernández-Galiano Ruiz. Una nota biográfica”, págs. 179-184- en la que
analiza su trayectoria cultural, sus trabajos como arqueólogo, sus escritos en
torno al tema de la musivaria española y su aportación a la defensa del
patrimonio arqueológico y artístico de Guadalajara.
Fernando Aguado Díaz y Miguel Ángel Cuadrado Prieto,
del Museo de Guadalajara, participan con “Una nueva exposición permanente para
el Museo de Guadalajara, “El Palacio del Infantado: los Mendoza y el poder en
Castilla”. Circunstancias de su creación y desarrollo expositivo”, págs.
185-212, hecho que tuvo lugar en mayo de 2015, en que el Museo abrió su segunda
área de exposición permanente en las denominadas “Salas del Duque” con el fin
de destinarlas a la interpretación del propio palacio y del linaje de la
familia Mendoza, como constructora del mismo y mecenas de las artes.
Finaliza el Boletín
con la “Crónica del Museo de Guadalajara 2014-2015”, págs. 213-224, en la que
se dan a conocer los hechos más destacados, relacionados con el citado museo,
durante ese periodo.
Un Boletín
que año tras año va adquiriendo mayor “solera” y reconocimiento por parte de
los investigadores, que edita la Asociación de Amigos del Museo de Guadalajara
contando con la ayuda económica del Patronato Municipal de Cultura, dependiente
del Ayuntamiento de Guadalajara.
José Ramón López de los Mozos
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