sábado, 18 de junio de 2016

Alfarería del aceite

Alfarería tradicional de España. El aceite, Octavas Jornadas de Alfarería, Avilés 2016, Avilés, Ayuntamiento de Avilés, 2016, 52 pp. (Catálogo de la exposición).

Como ya viene siendo tradición año tras año, el Ayuntamiento de Avilés celebró durante los días 7, 26 y 28 del pasado mes de abril, la Octava Jornada de Alfarería, que en esta ocasión se centraba sobre el aceite y durante las cuales se celebraron diversas actividades de carácter cultural, entre ellas, la inauguración de la Primera Exposición Internacional de Arte Postal en Avilés “aceite”, que tuvo lugar en el Palacio de Valdecarzana, a la que siguió una cata de aceite bajo la tutela del oleólogo Enrique Martínez Giera, y la exposición sobre Alfarería tradicional de España: el aceite, en el Centro Municipal de Arte y Exposiciones CMAE, que se completaba con la conferencia titulada “Alfarería del aceite: forma y uso”, que corrió a cargo del mencionado experto en aceites -Profesor-tutor de Historia del Arte en el Centro Asociado de la UNED, cuya tesis versó sobre La alfarería en La Rioja, desde el siglo XVI al XX, e investigador especializado en etnografía y arte, además de autor de diversas publicaciones sobre cerámica-.

El día 26 se procedió a la inauguración de la FATVA, Séptima Feria de Alfarería Tradicional “Villa de Avilés”, para finalizar el día 28 con la Clausura de dicha Feria.
El catálogo que comentamos consta de una introducción a las Octavas Jornadas cuya autoría se debe a Yolanda Alonso Fernández, Concejala de Cultura del Ayuntamiento de Avilés, en la que recuerda su comienzo en el año 2009, en que versó sobre Alfarería negra de Miranda (una de las más antiguas de Europa, datada cuanto menos del siglo II y perfectamente documentada) y que, como todas las demás, fue comisariada por Ricardo Fernández.

Jornadas que, en sucesivas ediciones, han dado a conocer casi un millar de piezas, vasijas generalmente, relacionadas con el agua y el fuego, la vida de los animales, los instrumentos musicales, así como con medidas de vino y sidra -cargadas de simbología- y grandes contenedores, como una gran tinaja procedente de El Toboso, que fue la pieza de mayores dimensiones que se ha expuesto a lo largo de dichas ediciones anuales.

Concretamente, las Octavas Jornadas ofrecieron al visitante una exposición, didácticamente diseñada, sobre piezas utilizadas para el transporte y almacenamiento del aceite.
Un centenar de vasijas únicas, de gran valor etnográfico, procedentes de las colecciones Vicente Alvado (Alicante), Ágata y Paco (Madrid), Enrique Martínez Glera (Logroño), Tomás Rodríguez (Madrid), Rosa Carballés (La Coruña), A. Rubinos (Lugo) y de los fondos del ANMinvestigación, representadas mediante una amplia tipología consistente en orzas, alcuzas, candiles, tinajas o cántaros, algunos con varios siglos de antigüedad, que ilustran el presente catálogo (cántaras para purificar el aceite, tinajas para desamargar olivas, orzas para conservar alimentos en aceite, alcuzas para uso doméstico, candiles para el alumbrado de las casas, medidas semejantes a las utilizadas para el vino, graseras riojanas del siglo XIX, etcétera), que de mera publicación que pudiera considerarse efímera, pasa a convertirse en fuente de consulta para investigadores, expertos y estudiosos de este apartado del saber popular.
Junto a las fotografías de las distintas vasijas de la exposición, se publica también una amplia colección fotográfica que ayuda a comprender mejor los diferentes usos de las piezas y calar en el conocimiento de la cultura oleícola. Treinta y cinco fotografías en las aparecen antiguas almazaras y molinos, generalmente convertidos en museos o fundaciones, además de una selección sobre los alfareros que realizaron algunas de las obras expuestas.

Ricardo Fernández, comisario de la muestra, ofrece en un par de páginas algunos datos sobre el olivo, la aceituna, su recolección y transformación en aceite y su empleo, además de los recipientes que se utilizaron para su conservación, almacenamiento y transporte  en diferentes lugares de la geografía nacional, de modo que su producción fue muy diferente entre el norte peninsular y el sur, como es el caso entre Asturias, donde al no producirse aceite ni haberse construido trujales y almazaras, pudiera parecer que no existirían vasijas con él relacionadas, cosa que no es del todo cierta puesto que en la exposición se enseña una pequeña aceitera de Miranda (Avilés), de forma globular y  característico color negro, así como una alcuza de Faro (Oviedo), de cuello estilizado, esmaltada en blanco y decorada con unas finas líneas verdes, cuya fotografía en color sirve de portada al presente catálogo, y otros lugares de fuerte presencia olivarera, como Jaén, donde hay plantados “sesenta y seis millones de olivos, setecientas quince almazaras y uno de cada cinco litros de aceite que se consume en el mundo proviene de estos océanos de aceite".

Las páginas 6 a 41 corresponden al catálogo de vasijas, y el resto, hasta la 49, recoge la colección fotográfica antes citada.

Entre las aceiteras figuran un ejemplar de Usanos, otro de Málaga del Fresno y un tercero de Valdepeñas de la Sierra. Hay también una botija de aceite procedente de Lupiana y un cántaro aceitero realizado por un alfar de Sigüenza, piezas todas de gran belleza plástica.
Cuatro vasijas que sirven como ejemplo de las producciones que llevaron a cabo los más afamados alfareros y talleres de la provincia de Guadalajara y catálogo modélico, como queda dicho más arriba, con el que poder comparar otras piezas de dudosa procedencia.

José Ramón López de los Mozos   

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