Una de las pocas revistas y
boletines todavía supervivientes a los tiempos actuales es este Boletín que va
ya por su número 61 -o lo que es lo mismo, treinta y cuatro años consecutivos
publicándose, coincidentes con los de la fundación de la Asociación que lo
publica- y que, como todos los veranos (por ser cuando los que se fueron,
regresan a pasar sus vacaciones) edita la Asociación de Amigos de El Pedregal,
de Guadalajara, presidida (hasta hace bien poco tiempo) por Alejandro Sánchez
Maza y que, a fecha del 12 de mayo de 2012, contaba con 350 socios, cifra
record si consideramos que cuenta con 103 habitantes.
Aún recuerdo aquellos primeros
números escritos a máquina con sobrecubiertas realizadas en cartulinas de
diferentes colores y los siguientes, siempre mejorando en calidad y cantidad de
páginas. Del blanco y negro de las imágenes se pasó a la imprenta con fotos a
todo color, a la cuatricromía… Dentro de poco, ya veremos, hablaremos de otros
números quizá en edición digital.
Hace un tiempo que este Boletín
ocupa una cantidad de páginas sustancial, dado el extenso índice que lo
compone: en este caso, aparte de las necesarias direcciones de protocolo y
autoría, a través de los que podemos ver que se imprime en Valencia, por Punto
Gráfico, S. L., así como la página web de la Asociación: www.elpedregal.net y el correo
electrónico: elpedregal13@gmail.com,
además de la composición de la Junta Directiva y los nombres de los
colaboradores, que en este número han sido nada menos que trece.
Un amplio panorama de temas se
abre ante los ojos del lector, principalmente el asociado, al que van dirigidos
los temas principales. Así, la trascripción del acta de la Asamblea General
Ordinaria celebrada el día 18 de Agosto de 2011, que ocupa cinco páginas, a las
que hay que añadir algunas otras más destinadas a exponer el estado de cuentas,
las actividades llevadas a cabo y las programadas, sin olvidar las relaciones
con otras asociaciones y entidades de la zona, en algunas ocasiones a nivel
reivindicativo, por ejemplo con La Otra Guadalajara molinesa.
Algunos trabajos tienden a
recordar el pasado, la historia de El Pedregal: “Hace 100 años.- Construcción
de nuestra Escuela”, que se amplía con otras páginas también tituladas “Hace
cien años (1911-1912)”, pero que en esta ocasión se centran en algunos aspectos
puntuales de la historia nacional y de la del propio El Pedregal.
No faltan los artículos dedicados
al Medio Ambiente, especialmente a la Flora y Fauna autóctonas, que en
ocasiones se unen a la didáctica, como en el caso de “La señalización del
sendero didáctico “Camino de las Carrascas”, un esfuerzo por la conservación y
el disfrute de la naturaleza, realizado por la Asociación de Amigos de El Pedregal
(Guadalajara) (2003-2011)” que abarca las páginas 44 a 50.
Un aspecto sobresaliente en esta
publicación ha venido siendo dar a conocer a quienes no lo sepan que El
Pedregal es quizá -y sin quizá- el pueblo de la provincia de Guadalajara que ha
generado más religiosos, sacerdotes, frailes, monjas… “Breve semblante de
quienes, nacidos en El Pedregal, fueron Hermanos de La Salle” es un buen ejemplo de ello,
puesto que da noticia de Benito López Santos (1865-1922), Santiago López García
(1889-1969), Marcelino Clemente Sanz (1896-1988), y un amplio etcétera de 22
nombres que figuran en una relación al final del trabajo, puesto que no hay que
olvidar que El Pedregal fue el pueblo donde nació el día 5 de noviembre de 1910
Filomeno López López “San Marciano José”, hermano de la Salle.
“Año 1910.- Un “consejo de
familia” para proteger a un menor en El Pedregal -el procedimiento judicial de
hace cien años-” es otro de los trabajos, de los muchos trabajos, que firma el
presidente y director del Boletín, Alejandro López Maza.
De carácter tan cercano como el
precedente es otro artículo que recuerda “La Tienda de Antonino y la Tía Segunda”
(sic), una abacería que surtía al pueblo y, no menos importancia tienen los
recuerdos a quienes “se fueron” para siempre: como el “In memoriam” a Casimiro
Sanz López, de cuyo fallecimiento se cumplió un siglo en mayo de 1912.
Miguel Ángel Hermosilla escribe
acerca de “Un ferrocarril por El Pedregal” -el tren minero- y Ramiro Sanz
Hermosilla lo hace sobre “Panoramas con encanto: el Alto Valondo”, en el que
describe los paisajes de su entorno, incluyendo numerosos topónimos: Alto de la
Solana, Pozo de las Mesillas, Barranco Hondo, Cumbre del Toril, Cerro del
Medio, los Peladillos, la Retuerta y tantos otros de sonoro y atractivo nombre.
Dos artículos más contribuyen a
recordar la Guerra de la Independencia y la Constitución de 1812 en su segundo
centenario: “Hace 200 años. Suministros realizados a las tropas francesas, por
parte de los vecinos de El Pedregal” y una breve historia del
constitucionalismo español: “Hace 200 años “La Pepa” (1812-2012)”, que abarca a
grandes rasgos, desde aquel año hasta 1978, cuando se aprueba por referéndum la
actual Constitución española.
Un Boletín que, como debe ser,
trata de todo lo concerniente a la Asociación, para conocimiento de sus
asociados y que, al tiempo, ofrece datos sobre aspectos históricos del pasado
que contribuyen a ampliar los conocimientos culturales de sus lectores; aspectos que deberían ser más numerosos (o
extensos y profundos) y más variados, además de estar firmados por un grupo de
colaboradores más amplio.
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