VEGA GARCÍA, Jesús de la, Obra
literaria del sacerdote Julio de la Llana Hernández (1876-1959). De Soria a Atienza.
Apuntes de un místico desposorio, Guadalajara, El Autor y Aache ediciones , [2012], 979 pp., CD-ROM edición digital en formato
PDF. (ISBN: 978-84-92886-75-3).
UNA OBRA INMENSA PARA UN PROLÍFICO
ESCRITOR: DON JULIO DE LA LLANA DIVULGADOR DE LOS VALOREZ ATENCINOS
Una obra inmensa acerca de este personaje, no muy
conocido fuera de los ámbitos intelectuales de Guadalajara, que simultaneó su
labor pastoral como sacerdote en la diócesis seguntina, rechazando humildemente
algunos cargos de importancia que le fueron ofrecidos, que contribuyó en su
época -mediante infinidad de artículos publicados en la prensa en los que
divulgó el arte y las tradiciones populares- al mejor conocimiento de los
diferentes lugares donde ejerció su cura de almas y, especialmente, de la villa
medieval de Atienza.
Artículos
múltiples sobre múltiples temas; algunos libros, folletos y opúsculos y un
extenso poemario, definen al hombre que siempre buscó la perfección, como
indica Jesús de la Vega: “perfección que buscó a lo largo de su vida personal y
profesional”:
“Sigüenza, Aguaviva de la Vega, Miedes
de Atienza,
Retortillo de Soria, Campillo de Dueñas,
Atienza,
Oídle como late su poesía”.
Un pórtico titulado: Breviario. “Elegía por un desconocido”, -firmado
en Atienza, Pentecostés, 2012-, introduce al lector en la peripecia vital y en
la obra de tan fecundo escritor, rindiendo así “... homenaje literario a una
figura que pasó por Atienza ejerciendo su sacerdocio pero con quien la historia
tiene el débito de reconocerle un destacado lugar en el aspecto cultural de la
villa en el segundo tercio del siglo XX.”
La
obra que comentamos podría dividirse en tres apartados: el primero de ellos
recoge los aspectos biográficos más sobresalientes de don Julio de la Llana,
desde su nacimiento en la provincia de Soria hasta la de Guadalajara, pasando
por Barca (1876-1884, su cuna), Blocona (1884-1901), Matamala de Almazán
(1890-1901), Aguaviva de la Vega (1902-1910), Sigüenza (donde realizó los
estudios sacerdotales), Miedes de Atienza (1910-1915), Retortillo de Soria
(1915-1922), Campillo de Dueñas (1922-1927) y Atienza (1927-1959), donde
falleció el día 26 de junio de 1959, a los 83 años de edad, siendo
párroco-arcipreste jubilado. Una amplia galería de imágenes, unas que permiten
conocer la imagen del biografiado y otras realizadas por él mismo: edificios,
el escudo de Atienza tal y como debió ser, etc., acompaña los textos, que se completan con una
no menos extensa y bien definida genealogía familiar.
El
segundo, que estaría compuesto por los capítulos II a VI, abarca todo lo que
podríamos considerar como su producción literaria: comienza con un amplio
índice de publicaciones (“Resumen general
de las curaciones hechas por el Stº. Cristo de Atienza. Está tomado del libro
de los Milagros, escrito por orden del Ilmo. Señor D. Antonio Venegas de
Figueroa, Obispo y señor de Sigüenza” (transcripción) (1931); “El ramo de alelíes o ¡Viva la Caballada!”
(1933), quizás su obra más conocida; “A
la Hermandad de la Santísima Trinidad. Vulgo “Caballada”” (1943), fiesta
que constituía su gran pasión; “Breve
reseña histórica del Santísimo Cristo de Atienza” (1953); “Flora” (novela, también de 1953); “Recortes históricos de Atienza” (1954);
“Bellezas de Atienza. Santísimos Cristos”
(1956), y “La Nobleza de una Dama” (1966); que continua con dos manuscritos: “Batalla de los cohetazos o infortunio de las
ratas” y “La mujer atienzana”
(que también podría publicarse en Cuadernos
de Etnología de Guadalajara); las composiciones poéticas escritas desde
1892 hasta 1956 (un total de 221 poemas), y los artículos periodísticos, que
fueron infinidad (cuya colección comienza en 1895 y finaliza en 1959 y
comprende 129 trabajos que van desde la mera expresión religiosa a
descripciones arqueológicas, históricas y artísticas), para concluir con una
serie de anexos en los que se incluye la relación de todas las obras ordenadas
alfabética y cronológicamente.
Cada
uno de los capítulos mencionados se divide a su vez en tres apartados: un
índice, las publicaciones de que se trate (ya sean manuscritos, poemas, etc.) e
ilustraciones.
Y
el tercero, a modo de epílogo, que se acompaña de una amplia bibliografía y de
las colecciones periodística y particular del autor: recopilaciones de
artículos periodísticos, “… bien de su autoría o bien en los que se mencionan
los escritos, charlas, conferencias u opiniones de/sobre D. Julio de la Llana.
Son recortes de publicaciones periódicas pegados sobre las páginas de un libro
y numeradas de nuevo. En la primera de las hojas aparece el nombre que dio a
esta recopilación, Horas felices” (1),
así como otro álbum con el título “Versos
y artículos de varios y de Julio de la Llana” (2), también a base de
recortes periodísticos; poesías escritas por el autor -de las que solo se
conservan 72 de un total de 178- (3), que es su colección autógrafa, y otra
serie de escritos y poesías, sin orden, que contenía su archivo particular
(DS).
Todo
ello, como dijimos al comienzo, de una forma detallista a más no poder y casi
exhaustiva, con las correspondientes anotaciones a pie de página, nada menos
que 776, que amplían conceptos y datos convenientes de saber o recordar, en
algunos casos.
Una
labor meticulosa que Jesús de la Vega ha debido tardar bastante tiempo en
llevar a efecto, primeramente a la hora de recoger tal multitud de datos,
sobretodo tantos trabajos dispersos en hojas volanderas y publicaciones de
corta tirada, muchos de ellos difíciles de consultar hoy aun en colecciones
particulares y, después, por tantas informaciones y documentos que ha tenido
que comprobar y ampliar a lo largo de tan ingente aparato documental (notas y
bibliografía).
Por
ello, quienes sabemos lo dolorosa/gratificante que puede resultar la
realización de este tipo de trabajos y, a pesar del disfrute que se siente
cuando se está enfrascado en tales aventuras y de la alegría posterior por el
trabajo realizado, sabemos también que una simple palabra amable de reconocimiento
a la labor realizada servirá de aliento cara a otros trabajos por venir.
Por
eso felicitamos cordialmente a Jesús de la Vega, por haber dejado una obra tan
completa, difícilmente superable.
El
libro, editado en CD por Aache, forma parte de una nueva serie de trabajos
digitales que recoge textos de notable extensión a precios más asequibles.
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