José Luis García de Paz, El
Decano, 26 de diciembre de 2009.
El 14 de diciembre de 2009 se
presentó, exclusivamente a la prensa, la Enciclopedia
del Románico en Guadalajara (ERG), dos excelentes volúmenes que han sido
editados este año en Aguilar de Campoo (Palencia, Comunidad Autónoma de
Castilla y León) por el Centro de Estudios del Románico de la Fundación Santa
María la Real (Palencia, http://www.santamarialareal.org
), que recibió el premio ARPA 2006 y el premio de Restauración 2004 de Castilla
y León, y cuyo presidente es José María Pérez González, más conocido por
“Peridis”.
Son parte de la gigantesca obra
que se empezara en forma de fichas de inventario en 1988, y que ha dado lugar,
primero, a un trabajo de referencia como es la Enciclopedia del Románico de Castilla y León (2002), que ha
evolucionado hasta convertirse en la Enciclopedia
del Románico en la
Península Ibérica , http://www.enciclopediadelromanico.com,
que la mencionada
Fundación edita y de la que quedan por salir los tomos
correspondientes a, casi, media España más Portugal, no por falta de esfuerzo (pues
con Guadalajara, son 15 las provincias publicadas) sino por lo abundante de la
huella románica en la
Península. Se publicó en junio de 2008 la intención de la
Fundación de permitir, poco a poco, la consulta de la Enciclopedia por Internet.
Una consulta del inventario
románico en la web de los Amigos de Románico (http://www.amigosdelromanico.org/inventario/inv_romanico_espana.html)
muestra elementos aislados tan al sur como Santa María del Collado en
Santiesteban del Puerto (Jaén) o la basílica de Santa Eulalia en Mérida
(Badajoz). Dentro de la Comunidad de Castilla-La Mancha, hay elementos
románicos en todas nuestras provincias, pero la mayoría se encuentran en
Guadalajara, seguida por Cuenca. La razón es, como en el caso de los castillos,
simplemente histórica, por el avance de la reconquista y la evolución de los
estilos artísticos. Guadalajara ha salido publicada antes que Galicia, Aragón,
País Vasco o Cataluña, y ha necesitado de dos volúmenes, tantos como Palencia.
Seguirán las provincias de Pontevedra y Cuenca.
Los directores de la Enciclopedia del Románico son el
profesor Miguel Ángel García Guinea (reconocido por todos como un gran experto en
el románico y medalla de oro de la Fundación) y José María Pérez González
(arquitecto y dibujante), estando los tomos dedicados a la Comunidad de Castilla-La
Mancha coordinados por Miguel Cortés Arrese y Diego Peris Sánchez. El primero
es Catedrático de Historia del Arte de la U.C.L.M. y experto en arte bizantino.
El segundo se encarga de coordinar las planimetrías, es doctor desde 2006 por
la U.P.M., tiene varias publicaciones sobre arquitectura toledana, es
arquitecto de edificios de la UCLM en Toledo y Albacete, coordinó el libro “Castilla-La Mancha. Nuestro Patrimonio”
(1995) y fue coordinador de la colección Patrimonio
Histórico de Castilla-La Mancha cuando se publicó en ella el
libro de Inés Ruiz y otros La Herencia Románica en Guadalajara (1992), que prologó. En
todo caso, basta buscar a éstos, y otros autores que mencionaremos, en la
bibliografía recogida al final de la obra para saber su contribución previa al
estudio del románico de Guadalajara.
Como se indica en su interior, la
ERG ha visto la luz gracias a subvenciones de numerosos organismos, destacando la
Junta de Comunidades
de C.L.-M. (80.000 euros, según la prensa) y colaboran además el Ministerio de
Trabajo e Inmigración, el Ministerio de Cultura, el Ministerio de Vivienda,
Fondo Social Europeo, Fundación Ramón Areces, Fundación ACS, CajaDuero, la Diputación
de Guadalajara, Enagas y el Obispado de Sigüenza-Guadalajara, sin cuyas
contribuciones no hubiera podido ser editados estos 1500 ejemplares.
El primer tomo de la ERG comienza
con los prólogos del presidente de C.-L.M. José Barreda, del obispo de
Sigüenza-Guadalajara José Sánchez y de los directores de la Enciclopedia. Tras
ellos encontramos tres estudios introductorios de Ricardo Izquierdo Benito (Catedrático
de Historia Medieval de la U.C.L.M en el Campus de Toledo, premiado y reconocido
experto sobre el reino
de Toledo medieval) y de los mencionados coordinadores Miguel Cortés Arrese y
Diego Peris Sánchez, dedicados a “Las tierras de Guadalajara en los siglos XI y
XII”, “El desarrollo del arte románico en Guadalajara” y “Restauración del
románico en Guadalajara”, respectivamente. Personalmente, el más novedoso e
interesante es el de Peris Sánchez.
Un equipo de nueve licenciados, más
Cortés Arrese, aparece encargado de los textos y otro de ocho arquitectos, más
Peris Sánchez, lo ha hecho de los planos. Se ha publicado que han sido
contratados a través del INEM, entidad colaboradora de la Fundación, tres
historiadores de arte, cinco ayudantes de arquitectura y un auxiliar
administrativo para lo que el INEM ha aportado 180.027 euros. Según he podido
encontrar, los primeros provienen mayoritariamente del Campus de Toledo de la
UCLM y los segundos de la Escuela de Arquitectura Técnica de Guadalajara de la UAH. A finales de febrero
de 2008 la Fundación reunió en Aguilar de Campoo a los 31 jóvenes contratados
(de Zaragoza, Barcelona, Guadalajara y Pontevedra) para “imprimir la filosofía de la Fundación y poner en contacto a los nuevos
trabajadores”. Se indicó que “cientos
de jóvenes desempleados han contribuido a la catalogación y difusión del
patrimonio medieval” gracias a la Fundación.
Cada población incluida en la ERG
(en orden alfabético, como en cualquier
enciclopedia) tiene una breve introducción histórica y se pasa a la descripción
de los elementos románicos que se encuentran en ella, con las relaciones e
influencias estilísticas con los que hay en localidades fuera de la provincia,
especialmente de Castilla y León. Se incluye en todos ellos la bibliografía
consultada para cada uno y los nombres de los autores de cada texto y plano. Las
cifras de lo estudiado son impresionantes: 134 poblaciones, 165 vestigios, 858
fotos (de excelente calidad), 212 planos y unas 1.000 páginas.
Recorreremos, entre otros, desde
Beleña de Sorbe (con su mensario) a Atienza, Brihuega, Molina de Aragón,
Albendiego o la iglesia del castillo de Zorita. Debemos destacar, asimismo, los
estudios correspondientes a las localidades de Buenafuente del Sistal,
Campisábalos, El Sotillo, Sauca, Pinilla de Jadraque o Monsalud. Se incluyen alguna
obra del prerrománico, las del románico y las del cisterciense de transición al
gótico (Bonaval, Monsalud, Ovila..) que, precisamente por esto, también
incluyen algunos autores en sus estudios de los inicios del gótico. La misma
duración de las obras de construcción hace aparecer arcos de medio punto o
bóvedas de crucería en construcciones empezadas en el románico. Bonaval o Monsalud
valdrían de ejemplo. Obviamente, se omiten descripciones de elementos de
estilos posteriores y no se incluyen los templos mozárabes, como se indican en
los criterios de edición escritos por Miguel Cortés Arrese.
Hay una novedad muy positiva en la
ERG, pues no se limita a la arquitectura románica religiosa e incluye arte
civil (castillos, puentes, estelas funerarias) y el arte mueble (cruces,
Cristos, imágenes, pilas bautismales, piezas de los museos de Sigüenza y
Guadalajara), que necesitaban de un estudio compilatorio en los siglos del
románico en Guadalajara. Faltan, claro, las piezas provenientes de Guadalajara
que se encuentran fuera de nuestra provincia, pues esta enciclopedia estudia el
románico en la provincia. Eso sí,
la inclusión del castillo de Sigüenza por su capilla parece cogida un poco por
los pelos. La obra acaba con una completa y actualizada bibliografía y la
trascripción de unos documentos medievales, extraídos de la bibliografía. Asimismo ,
se acompaña de un plano extraíble y desplegable de la provincia.
Pero, cuando una obra se titula
como “Enciclopedia” y se promociona como se ha hecho hasta el punto de
calificarla como “la obra cumbre” o ”la más exhaustiva”, se crean unas
expectativas de completitud que, en mi caso, quedan un poco defraudadas al
leerla. Valgan como ejemplos unos detalles.
El primero es que esta obra se ha
promovido dentro de un Plan en el que se incluyen para su restauración
prioritaria 27 templos románicos. Sin embargo, no se incluye ningún tipo de
plano de siete de ellos: la Asunción de Almiruete, San Vicente de Cincovillas,
la Asunción de Escopete, la Asunción de Gascueña de Bornova, la Asunción de La
Cabrera, la Inmaculada de Las Inviernas y la Asunción de Villaescusa de
Palositos. En este caso, el más notorio por ser el templo que esta en mucho
peor estado que los demás que hay en el Plan, quienes visitaron el templo dejan
constancia de la dificultad de acceso “por
caminos casi inaccesibles”, pero no mencionan la inscripción “Guilem fecit” que hay. Algunos de estos
templos, mismamente Villaescusa, tienen dibujos de su planta en la bibliografía
que cita la Enciclopedia del Románico en
Guadalajara. No son las únicas iglesias de las que faltan los planos
(Henche, Matas, Morillejo, El Sotillo, Valdeavellano..), un hecho común, aunque
no necesariamente en los mismos templos, en otras obras sobre el románico de
Guadalajara, menos extensas.
En segundo lugar, animado al
encontrar descritos templos desaparecidos como la desafortunada ermita del
cementerio de Almoguera, fui a buscar una descripción de las escasas ruinas de
la iglesia de Nuestra Señora de la
Zarza de Tendilla, contemporánea de la homónima y sí descrita
en la localidad vecina de Peñalver, que se pensaba que eran contemporáneas.
Ante su ausencia, debo asumir que posiblemente es posterior, como lo es la
antigua pila bautismal medieval que acabó en la iglesia parroquial de Tendilla,
y tampoco son (como se indica en la pag 17) las pilas de Saelices de la Sal , Terraza y Ventosa. Me
queda la también la duda acerca del puente en Molina de Aragón, que aparece
como románico en diversos estudios y guías.
En tercer lugar, los investigadores
han llegado a Chilluentes o a Villaescusa de Palositos, como muestran las
fotos, pero posiblemente no a la ermita de los Santos Viejos de Romanones, de
la que no hay foto y apenas más información que la ya publicada por Ángel Félix
Álvarez en 2004. Desconozco, pues, si la forma de herradura de su ábside podría
datar de antes del románico.
Para acabar, faltaría un estudio,
siquiera descriptivo, de las marcas de cantería encontradas en los templos.
También es posible que unos dibujos o grabados hubieran podido ayudar tanto en
ésto como en los casos en que incluso una excelente fotografía no permite
apreciar algunos detalles.
En fin, no deseo que estos pequeños
detalles puedan minusvalorar esta recomendable, excelente y extensa publicación,
pues siempre al mejor trabajo en cualquier campo se le pueden encontrar
detalles por los profesores, investigadores y eruditos locales, conocedores del
terreno y autores de muy buenas publicaciones, pero también necesitados en
muchos casos de un punto de vista que, desde fuera y por jóvenes investigadores
en muchos casos, abra los ojos a nuevas ideas. En todo caso, sin menoscabo de
su indudable calidad, esta nueva obra no deja obsoletos los estudios de los
investigadores vivos, como los de Nieto Taberné et al, Ruiz Montejo et al y
Herrera Casado, o la Guía
de De la Garma Ramírez. El
primero (1991), archiagotado, se puede descargar gratuitamente y con buena
calidad de la UNED :
http://e-spacio.uned.es/Romanico_en_Guadalajara.pdf
. El tiempo y las recensiones de esta obra realizadas por profesores
especializados en el románico, nos dirán las nuevas aportaciones que ha
realizado y su influencia, que esperamos que sea considerable.
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