viernes, 30 de diciembre de 2011

La Enciclopedia del Románico en Guadalajara


José Luis García de Paz, El Decano, 26 de diciembre de 2009.

El 14 de diciembre de 2009 se presentó, exclusivamente a la prensa, la Enciclopedia del Románico en Guadalajara (ERG), dos excelentes volúmenes que han sido editados este año en Aguilar de Campoo (Palencia, Comunidad Autónoma de Castilla y León) por el Centro de Estudios del Románico de la Fundación Santa María la Real (Palencia, http://www.santamarialareal.org ), que recibió el premio ARPA 2006 y el premio de Restauración 2004 de Castilla y León, y cuyo presidente es José María Pérez González, más conocido por “Peridis”.
Son parte de la gigantesca obra que se empezara en forma de fichas de inventario en 1988, y que ha dado lugar, primero, a un trabajo de referencia como es la Enciclopedia del Románico de Castilla y León (2002), que ha evolucionado hasta convertirse en la Enciclopedia del Románico en la Península Ibérica, http://www.enciclopediadelromanico.com, que la mencionada Fundación edita y de la que quedan por salir los tomos correspondientes a, casi, media España más Portugal, no por falta de esfuerzo (pues con Guadalajara, son 15 las provincias publicadas) sino por lo abundante de la huella románica en la Península. Se publicó en junio de 2008 la intención de la Fundación de permitir, poco a poco, la consulta de la Enciclopedia por Internet.

Una consulta del inventario románico en la web de los Amigos de Románico (http://www.amigosdelromanico.org/inventario/inv_romanico_espana.html) muestra elementos aislados tan al sur como Santa María del Collado en Santiesteban del Puerto (Jaén) o la basílica de Santa Eulalia en Mérida (Badajoz). Dentro de la Comunidad de Castilla-La Mancha, hay elementos románicos en todas nuestras provincias, pero la mayoría se encuentran en Guadalajara, seguida por Cuenca. La razón es, como en el caso de los castillos, simplemente histórica, por el avance de la reconquista y la evolución de los estilos artísticos. Guadalajara ha salido publicada antes que Galicia, Aragón, País Vasco o Cataluña, y ha necesitado de dos volúmenes, tantos como Palencia. Seguirán las provincias de Pontevedra y Cuenca.
Los directores de la Enciclopedia del Románico son el profesor Miguel Ángel García Guinea (reconocido por todos como un gran experto en el románico y medalla de oro de la Fundación) y José María Pérez González (arquitecto y dibujante), estando los tomos dedicados a la Comunidad de Castilla-La Mancha coordinados por Miguel Cortés Arrese y Diego Peris Sánchez. El primero es Catedrático de Historia del Arte de la U.C.L.M. y experto en arte bizantino. El segundo se encarga de coordinar las planimetrías, es doctor desde 2006 por la U.P.M., tiene varias publicaciones sobre arquitectura toledana, es arquitecto de edificios de la UCLM en Toledo y Albacete, coordinó el libro “Castilla-La Mancha. Nuestro Patrimonio” (1995) y fue coordinador de la colección Patrimonio Histórico de Castilla-La Mancha cuando se publicó en ella el libro de Inés Ruiz y otros La Herencia Románica en Guadalajara (1992), que prologó. En todo caso, basta buscar a éstos, y otros autores que mencionaremos, en la bibliografía recogida al final de la obra para saber su contribución previa al estudio del románico de Guadalajara.
Como se indica en su interior, la ERG ha visto la luz gracias a subvenciones de numerosos organismos, destacando la Junta de Comunidades de C.L.-M. (80.000 euros, según la prensa) y colaboran además el Ministerio de Trabajo e Inmigración, el Ministerio de Cultura, el Ministerio de Vivienda, Fondo Social Europeo, Fundación Ramón Areces, Fundación ACS, CajaDuero, la Diputación de Guadalajara, Enagas y el Obispado de Sigüenza-Guadalajara, sin cuyas contribuciones no hubiera podido ser editados estos 1500 ejemplares.
El primer tomo de la ERG comienza con los prólogos del presidente de C.-L.M. José Barreda, del obispo de Sigüenza-Guadalajara José Sánchez y de los directores de la Enciclopedia. Tras ellos encontramos tres estudios introductorios de Ricardo Izquierdo Benito (Catedrático de Historia Medieval de la U.C.L.M en el Campus de Toledo, premiado y reconocido experto sobre el reino de Toledo medieval) y de los mencionados coordinadores Miguel Cortés Arrese y Diego Peris Sánchez, dedicados a “Las tierras de Guadalajara en los siglos XI y XII”, “El desarrollo del arte románico en Guadalajara” y “Restauración del románico en Guadalajara”, respectivamente. Personalmente, el más novedoso e interesante es el de Peris Sánchez.
Un equipo de nueve licenciados, más Cortés Arrese, aparece encargado de los textos y otro de ocho arquitectos, más Peris Sánchez, lo ha hecho de los planos. Se ha publicado que han sido contratados a través del INEM, entidad colaboradora de la Fundación, tres historiadores de arte, cinco ayudantes de arquitectura y un auxiliar administrativo para lo que el INEM ha aportado 180.027 euros. Según he podido encontrar, los primeros provienen mayoritariamente del Campus de Toledo de la UCLM y los segundos de la Escuela de Arquitectura Técnica de Guadalajara de la UAH. A finales de febrero de 2008 la Fundación reunió en Aguilar de Campoo a los 31 jóvenes contratados (de Zaragoza, Barcelona, Guadalajara y Pontevedra) para “imprimir la filosofía de la Fundación y poner en contacto a los nuevos trabajadores”. Se indicó que “cientos de jóvenes desempleados han contribuido a la catalogación y difusión del patrimonio medieval” gracias a la Fundación.
Cada población incluida en la ERG (en orden alfabético, como en  cualquier enciclopedia) tiene una breve introducción histórica y se pasa a la descripción de los elementos románicos que se encuentran en ella, con las relaciones e influencias estilísticas con los que hay en localidades fuera de la provincia, especialmente de Castilla y León. Se incluye en todos ellos la bibliografía consultada para cada uno y los nombres de los autores de cada texto y plano. Las cifras de lo estudiado son impresionantes: 134 poblaciones, 165 vestigios, 858 fotos (de excelente calidad), 212 planos y unas 1.000 páginas.
Recorreremos, entre otros, desde Beleña de Sorbe (con su mensario) a Atienza, Brihuega, Molina de Aragón, Albendiego o la iglesia del castillo de Zorita. Debemos destacar, asimismo, los estudios correspondientes a las localidades de Buenafuente del Sistal, Campisábalos, El Sotillo, Sauca, Pinilla de Jadraque o Monsalud. Se incluyen alguna obra del prerrománico, las del románico y las del cisterciense de transición al gótico (Bonaval, Monsalud, Ovila..) que, precisamente por esto, también incluyen algunos autores en sus estudios de los inicios del gótico. La misma duración de las obras de construcción hace aparecer arcos de medio punto o bóvedas de crucería en construcciones empezadas en el románico. Bonaval o Monsalud valdrían de ejemplo. Obviamente, se omiten descripciones de elementos de estilos posteriores y no se incluyen los templos mozárabes, como se indican en los criterios de edición escritos por Miguel Cortés Arrese.
Hay una novedad muy positiva en la ERG, pues no se limita a la arquitectura románica religiosa e incluye arte civil (castillos, puentes, estelas funerarias) y el arte mueble (cruces, Cristos, imágenes, pilas bautismales, piezas de los museos de Sigüenza y Guadalajara), que necesitaban de un estudio compilatorio en los siglos del románico en Guadalajara. Faltan, claro, las piezas provenientes de Guadalajara que se encuentran fuera de nuestra provincia, pues esta enciclopedia estudia el románico en la provincia. Eso sí, la inclusión del castillo de Sigüenza por su capilla parece cogida un poco por los pelos. La obra acaba con una completa y actualizada bibliografía y la trascripción de unos documentos medievales, extraídos de la bibliografía. Asimismo, se acompaña de un plano extraíble y desplegable de la provincia.
Pero, cuando una obra se titula como “Enciclopedia” y se promociona como se ha hecho hasta el punto de calificarla como “la obra cumbre” o ”la más exhaustiva”, se crean unas expectativas de completitud que, en mi caso, quedan un poco defraudadas al leerla. Valgan como ejemplos unos detalles.
El primero es que esta obra se ha promovido dentro de un Plan en el que se incluyen para su restauración prioritaria 27 templos románicos. Sin embargo, no se incluye ningún tipo de plano de siete de ellos: la Asunción de Almiruete, San Vicente de Cincovillas, la Asunción de Escopete, la Asunción de Gascueña de Bornova, la Asunción de La Cabrera, la Inmaculada de Las Inviernas y la Asunción de Villaescusa de Palositos. En este caso, el más notorio por ser el templo que esta en mucho peor estado que los demás que hay en el Plan, quienes visitaron el templo dejan constancia de la dificultad de acceso “por caminos casi inaccesibles”, pero no mencionan la inscripción “Guilem fecit” que hay. Algunos de estos templos, mismamente Villaescusa, tienen dibujos de su planta en la bibliografía que cita la Enciclopedia del Románico en Guadalajara. No son las únicas iglesias de las que faltan los planos (Henche, Matas, Morillejo, El Sotillo, Valdeavellano..), un hecho común, aunque no necesariamente en los mismos templos, en otras obras sobre el románico de Guadalajara, menos extensas.
En segundo lugar, animado al encontrar descritos templos desaparecidos como la desafortunada ermita del cementerio de Almoguera, fui a buscar una descripción de las escasas ruinas de la iglesia de Nuestra Señora de la Zarza de Tendilla, contemporánea de la homónima y sí descrita en la localidad vecina de Peñalver, que se pensaba que eran contemporáneas. Ante su ausencia, debo asumir que posiblemente es posterior, como lo es la antigua pila bautismal medieval que acabó en la iglesia parroquial de Tendilla, y tampoco son (como se indica en la pag 17) las pilas de Saelices de la Sal, Terraza y Ventosa. Me queda la también la duda acerca del puente en Molina de Aragón, que aparece como románico en diversos estudios y guías.
En tercer lugar, los investigadores han llegado a Chilluentes o a Villaescusa de Palositos, como muestran las fotos, pero posiblemente no a la ermita de los Santos Viejos de Romanones, de la que no hay foto y apenas más información que la ya publicada por Ángel Félix Álvarez en 2004. Desconozco, pues, si la forma de herradura de su ábside podría datar de antes del románico.
Para acabar, faltaría un estudio, siquiera descriptivo, de las marcas de cantería encontradas en los templos. También es posible que unos dibujos o grabados hubieran podido ayudar tanto en ésto como en los casos en que incluso una excelente fotografía no permite apreciar algunos detalles.
En fin, no deseo que estos pequeños detalles puedan minusvalorar esta recomendable, excelente y extensa publicación, pues siempre al mejor trabajo en cualquier campo se le pueden encontrar detalles por los profesores, investigadores y eruditos locales, conocedores del terreno y autores de muy buenas publicaciones, pero también necesitados en muchos casos de un punto de vista que, desde fuera y por jóvenes investigadores en muchos casos, abra los ojos a nuevas ideas. En todo caso, sin menoscabo de su indudable calidad, esta nueva obra no deja obsoletos los estudios de los investigadores vivos, como los de Nieto Taberné et al, Ruiz Montejo et al y Herrera Casado, o la Guía de De la Garma Ramírez. El primero (1991), archiagotado, se puede descargar gratuitamente y con buena calidad de la UNED: http://e-spacio.uned.es/Romanico_en_Guadalajara.pdf . El tiempo y las recensiones de esta obra realizadas por profesores especializados en el románico, nos dirán las nuevas aportaciones que ha realizado y su influencia, que esperamos que sea considerable.

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