viernes, 12 de marzo de 2010

El Cancionero de Padilla



Nuevas rimas castellanas

Un nuevo trabajo de José J. Labrador Herraiz y Ralph A. DiFranco, como editores, ha visto la luz recientemente. Se trata del Cancionero de Pedro de Padilla, con algunas obras de sus amigos, Manuscrito 1587 de la Biblioteca Real de Madrid, con prólogo de Samuel G. Armistead y un estudio previo de José Manuel Pedrosa que, como en ocasiones anteriores, ha sido editado por el Frente de Afirmación Hispanista, A. C., en México 2009, con 518 páginas.

En el prólogo a esta 2.ª edición del ms. 1587 de la Biblioteca Real de Madrid, Armistead, indica que este Cancionero de poesías varias es tardío y poligenérico, ocupándose casi exclusivamente de romances nuevos, por ello lo dedica a analizar la importancia que un cancionero de este tipo puada tener para quienes se han encargado de estudiar el romancero viejo y tradicional. Resultaría muy fácil -añade- simplificar la vida y milagros del Romancero y así poder establecer una frontera entre el viejo y el nuevo, engañándonos, ya que en él se hace patente la huella de autores eruditos y de nombre conocido... Después, tras veinte años entre aquella y esta segunda edición, Armistead hace alusión a la ingente producción del duo Labrador-DiFranco, de cuya producción -casi una treintena, más otra docena en proceso- elige tres libros que califica como "de última hora", tan hermosos como útiles e indispensables: Cancionero autógrafo de Pedro de Padilla: Manuscrito 1579 de la Biblioteca Real de Madrid (México: Frente de Afirmación Hispanista, 2007); )(con Carmen Parrilla García), Cancionero de poesías varias: Ms. Reginensi Latino 1635 de la Vaticana (Almería: Universidad de Almería, 2008); y el Ramillete de varias flores poéticas, de Jacinto de Evia (México: Frente de Afirmación Hispanista, 2009), junto a la indispensable Tabla de los principios de la poesía española: Siglos XVI-XVII (Cleveland: Cleveland State University, 1993) y a una Bibliografía de la Poesía Áurea (electrónica)(Anejo de la Colección Cancioneros Castellanos: Cleveland, 2001), que compara con Don Ramón Menéndez Pidal como descubridor de la poesía épica y el Romancero oral; con Don Antonio Rodríguez-Moñino, que puso en conocimiento preciosos textos de la tradición oral, y con Doña Margit Frenk, que dió a conocer la lírica temprana, señalando la importancia de la obra de Labrador-Di Franco como introductores al conocimiento de la poesía del Siglo de Oro.
Sigue el trabajo de José Manuel Pedrosa (Universidad de Alcalá), titulado "Los estados de la mujer amada, o la doncella, la casada, la viuda y la monja frente al amor (entre el folclore y Boccaccio)", basado en distintas versiones de "¡Ay, Dios, quién hincase un dardo...!", de clara connotación erótica.
Un amplio estudio preliminar da paso a los textos y sus correspondientes notas y a la bibliografía. finalizando con el índice de autores, de poemas que comparte con otras fuentes, de nombres propios y de primeros versos.

José Ramón López de los Mozos

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