En esta Revista, en marzo de 2011, en plena refriega
preelectoral por las actas de diputados para el parlamento de la Región
autonómica de Castilla-La Mancha, escribíamos esto: “En la tarde del 10 marzo
2011, en el salón del Conservatorio de Música de Guadalajara, se ha presentado
el libro “Paisaje y Paisanaje de Guadalajara” escrito por José María
Barreda Fontes. Ha actuado de presentador Antonio Fernández-Galiano,
periodista”. Y acabábamos con esta otra frase: “Cuando tengamos la oportunidad
de leer este libro, lo consideraremos y comentaremos en esta Revista con la
objetividad que el tema necesita. No es bueno que las cosas de la cultura, como
son los libros, se vean desde la perspectiva de la acción política”.
Por fin nos hemos podido hacer con este libro: ha sido en la Biblioteca Pública
Provincial de Guadalajara, en las estanterías de los libros
de la sección local. De otra manera hubiera sido imposible, porque el libro no
estuvo a la venta en librerías, y se regaló con tal profusión en actos
electorales, residencias de ancianos, y ayuntamientos y concejalías varias de
toda la Región, que a esta Revista que se ocupa de comentar libros sobre
Guadalajara no le pudo llegar.
Pero aquí está, en mis manos, y lo he podido saborear
plenamente. Un libro de lujo, aparatoso, todo a color, papel del bueno, 22 x 22
cms. y José María Barreda, sonriente y feliz, en la portada. Firmando
“Paisaje y Paisanaje”. ¿Quién pagó la edición de este libro? Solamente lo sabrá la editorial Almud ,
que es la que firma la página de créditos, y que es la que sabrá a quien le
pasó la factura. Yo
me temo que, al final, lo hemos pagado todos, con nuestros impuestos. Para
sacar en fotos al candidato que, tras el examen de las urnas, perdió la
elecciones.
Si el libro trajera información novedosa, imágenes inéditas,
sugerencias para visitar sitios, aprender cosas, memorar acontecimientos,
hubiera tenido un aplauso. Pero nada de eso es “Paisaje y Paisanaje.
Guadalajara” del profesor de Historia José María Barreda. El libro es una
sucesión de fotografías en las que aparece él inaugurando cosas, o asistiendo a
fiestas tradicionales arremangado hasta el codo, plantando árboles y visitando
a escritores y artistas famosos. El texto es, también, una sucesión de hechos
optimistas sucedidos en los años de su mandato: nombrando personas a las que él
quería o confiaba en ellas.
Me resisto a comentar más cosas de este libro, porque temo
no ser objetivo. Solo decir que es bonito, pero no es un libro: es un folleto
de propaganda política, con aspecto de libro. Algunas fotografías (todas
magníficas, hechas por profesionales) muestran hermosos paisajes de
Guadalajara, fiestas singulares, infraestructuras públicas. Otras, como la que
acompaña estas líneas, muestra un modelo de fotografía promocional que ponemos
de ejemplo para futuras campañas y futuros candidatos. El beso de un niño, que
nunca falla.
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