DOS ALCARREÑOS EN EL X CONGRESO DE LA ASOCIACIÓN
DE ESCRITORES DE CASTILLA-LA MANCHA.
X CONGRESO DE LA ASOCIACIÓN DE ESCRITORES DE
CASTILLA-LA MANCHA. Alcázar de San Juan, 30 Abril 2011, en TESELA.
Cuadernos mínimos, n.º 45 (Alcázar de San Juan, Ayuntamiento
de Alcázar de San Juan/Patronato Municipal de Cultura, 2011 (pero
2012), 60 pp.
No sabemos si este
número de TESELA recoge, como si de las Actas del X Congreso de la
Asociación de Escritores de Castilla-La Mancha se tratara, todas las
comunicaciones presentadas en el mismo, ya que en este “cuaderno
mínimo” figuran nueve, de las que hemos seleccionado dos, firmadas
por autores alcarreños, y otra más, en la que se hace referencia a
ese polifacético y caleidoscópico personaje tan relacionado con
nuestra tierra que fue Antonio Fernández Molina.
Son trabajos muy breves, como no podía ser menos en
una publicación de las características y sobre todo la extensión
del cuaderno que las acoge.
La primera comunicación a que nos referimos, está
firmada por Alfredo Villaverde, Presidente de la Asociación
mencionada, que lleva por título “Turismo y Literatura en
Alcázar de San Juan”, abarca las páginas 14 a 16.
En ella, tras analizar las constantes
transformaciones que ha venido sufriendo el turismo en los últimos
tiempos, gracias a la evolución de las comunicaciones; Villaverde
resume brevemente los elementos más destacados con que cuenta
Alcázar de San Juan, en lo que a oferta turística se refiere,
partiendo de su privilegiada situación geográfica.
En concreto, sus ofertas más interesantes serían
las que se afectan al turismo cultural y al medio natural en sus
diferentes formas: rural, agroturismo, ecoturismo, científico…
El cultural gracias a la existencia de un rico patrimonio
arqueológico que abarca desde el Paleolítico hasta el arte
cristiano, pasando por la Edad del Bronce, el romano, el visigodo y
el islámico. También contribuyen al mejor conocimiento de la zona,
la “Ruta Cervantina”, que ahora cuenta con el Museo de la Casa
del Hidalgo, y los restos que todavía mantienen viva la presencia de
la Orden de San Juan, como la Torre Prioral, sin olvidar con conjunto
urbano de la población donde pueden contemplarse algunos buenos
ejemplares de arquitectura modernista.
Y si hemos hablado de museos no conviene dejar a un
lado ni el Municipal ni el de Alfarería.
Pero junto a estos aspectos turísticos mencionados
hay otros que también coadyuvan a su desarrollo como son las rutas
que podríamos denominar “literarias”, aunque enfocadas desde el
punto de vista del investigador y que hacen de Alcázar de San Juan
el “Corazón literario de La Mancha”, a través del recuerdo a
Rafael Mazuecos, autor de Hombres, lugares y cosas de La Mancha
y a Ángel Ligero, autor de La Mancha de don Quijote, que
siguen a Blas Nasarre en lo que concierne al lugar de nacimiento de
Cervantes (que, según Villaverde, encontró en 1748 la partida de
bautismo de un Cervantes alcazareño) y a Luis Miguel Román, autor
de Mi vecino Alonso, en cuanto al punto de partida del mítico
hidalgo.
La segunda comunicación a que me he referido de debe a la pluma
del Cronista Oficial de la provincia de Guadalajara, Antonio
Herrera Casado, “Fortalezas sanjuanistas en la Historia”,
ocupa desde la página 17 a la 26, y tras ofrecer algunos datos
introductorios acerca del origen y fundación de la Orden de San Juan
de Jerusalén, así como sus divisiones en lenguas, bailías y
encomiendas, pasa a centrarse en el establecimiento de dicha Orden en
La Mancha, gracias a recibir, en 1183, el señorío de Consuegra y su
tierra.
Más tarde, ya a finales del siglo XV, Consuegra y
El Viso recibirían el título de villazgo, lo mismo que sucedió a
otros lugares que fueron eximiéndose de esa tierra a propuesta del
prior de la Orden y con autorización real; desmembración que será
progresiva, especialmente en el XIX -Herrera casado, las va
desgranando cronológicamente desde 1499-1530 hasta 1841-.
Un apartado dedicado a los monumentos sanjuanistas
de Consuegra -el castillo, construido en el siglo XIII sobre otro
musulmán del que apenas quedan restos- y Alcázar de San Juan -el
Torreón del Gran Prior, en realidad una torre almohade perteneciente
a la primitiva alcazaba-, da paso a lo que nuestro Cronista
Provincial escribe acerca de la historia de esta Orden en
Guadalajara, hasta el momento apenas estudiada, dado que desde
siempre se ha tratado de pequeños focos, como los lugares de
Alhóndiga y Peñalver, en las tierras alcarreñas, y Peñalén y La
Yunta, en las molinesas, de las que ofrece los datos más destacados.
Y algo más: El escritor y poeta Nicolás del
Hierro dedica un puñado de páginas a dos alcazareños:
“Corredor Matheos y Fernández Molina”.
De Fernández Molina, alcarreño de adopción, así
como por su matrimonio y creación artística, ofrece una amplia
biografía, matizada por aquellos años vividos en la Guadalajara de
Doña Endrina, revista en la que dejó sus huellas postistas.
Como el lector habrá entendido, no hemos querido
dejar pasar por alto las colaboraciones comentadas por el mero hecho
de haberse publicado en una revista más o menos local, de corta
tirada y escasa difusión, porque quienes hacemos nuestros “pinitos”
en el mundo de la investigación histórica, artística y etnográfica
sabemos que muchas noticias, por ejemplo sobre la obra de un escritor
concreto, puede encontrarse en las publicaciones más dispersas e
inimaginables; donde menos se pensaba encontrar sus colaboraciones.
En fin, ni que decir tiene, que estos “Cuadernos
mínimos” de TESELA contribuyen eficazmente a que pequeñas obras,
aunque no carentes de interés, vean la luz y al mismo tiempo se
constituyan en focos que iluminen nuevos trabajos o los completen.
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