Guadalajara en
transformación. Colección fotográfica Cortijo-Ballester (c. 1965-1970),
Guadalajara, Diputación Provincial de Guadalajara. Servicio de Cultura. Centro
de la Fotografía y la
Imagen Histórica de Guadalajara (CEFIHGU), 2011, 32 pp.
(Catálogo de la exposición con textos de José Antonio Ruiz Rojo y José Félix
Martos Causapé).
El sencillo folleto de 32 páginas que ahora comentamos
sirvió de catálogo de la exposición que el CEFIHGU montó el año pasado, aprovechando
la celebración de sus Ferias y Fiestas, con el fin dar a conocer los fondos,
allegados el año 2007, de la colección
Cortijo-Ballester , cedida por sus autores y antiguos
propietarios.
En realidad, fue la Agrupación Fotográfica
de Guadalajara la encargada de entregar una docena de cajas repletas de
material fotográfico, cerca de mil fotografías, que doña Rosario Ballester,
viuda de don Francisco Cortijo, tuvo a bien ceder a dicho Centro; un importante
legado fotográfico, que abarca aproximadamente del año 1965 al 70, con el quiso
contribuir a un más amplio conocimiento de la historia de la fotografía en
Guadalajara.
Gran parte de este material había sido empleado por el
matrimonio Cortijo (texto)-Ballester (imágenes) en un interesante folleto dedicado
a Pastrana, editado por el Ministerio de Insformación y Turismo, a través de ya
extinguida Editora Nacional, que fue traducido a varios idiomas.
Evidentemente, los fondos de dicho legado no se refieren
única y exclusivamente a Pastrana, población en la que don Francisco ejerció la
medicina durante muchos años, sino también a otros muchos de la provincia
alcarreña por antonomasia.
A través de esta colección el interesado podrá penetrar en
el mundo de la fotografía, en el de la fotografía de Guadalajara más
concretamente, y conocer más a fondo la personalidad de este matrimonio de
intelectuales que poco a poco, sin prisas, nos dejó algunas huellas de sus
trabajos.
El catálogo comienza con unas palabras de “Presentación”
de la Presidenta de la
Diputación Provincial , Ana Guarinos, a las que sigue un breve
texto -aunque profundo y suficiente- cuya autoría corresponde a José Antonio
Ruiz Rojo y José Félix Martos Causapé, expertos conocedores del mundo de la
fotografía histórica, de quienes ya hemos comentado algunos trabajos publicados
también por el CEFIHGU.
Tras la lectura del texto podría decirse que éste aparece
dividido en dos partes. La primera de ellas sería la que se dedica a dar a
conocer los aspectos más sobresalientes de la vida y la obra de Francisco Cortijo
Ayuso y de Rosario Ballester Linares, que siempre se distinguieron por su
desinteresada labor en pro de la cultura de la provincia de Guadalajara, en
todos sus aspectos.
Fue Cronista Oficial de la Villa Ducal de
Pastrana y alcalde de la misma (1960), además de Diputado Provincial encargado
de Obras Sociales y Beneficencia (1967). También ostentó los cargos de
Académico correspondiente de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando,
presidente de la
Institución Provincial de Cultura “Marqués de Santillana” y
Medalla de Plata al Mérito Turístico en 1969.
Gran amigo de Camilo José Cela, colaboró decisivamente en
el comité organizador del viaje conmemorativo, promovido por la editorial Alfaguara ,
de aquel primer Viaje a la Alcarria,
en cuyas páginas finales aparece como “Don Paco”, el joven triste médico de
Pastrana.
Como escritor podemos mencionar sus trabajos La fiesta de los Mayos en la villa de
Pastrana (1973), El pintor Juan
Bautista Mayno y su familia (1970), “El órgano de la Colegiata de Pastrana”
(Wad-Al-Hayara 5, 1978), Santa Teresa y Pastrana (1980), Pastrana y su entorno (1986), Guadalajara: el último paraíso (1986),
etcétera.
Su viuda, la periodista Rosario
Ballester Linares, fallecida en 2011, colaboró con su marido
en los temas turísticos, especialmente a través de la fotografía, a la que fue
tan aficionada.
En 1960, la Casa de Salamanca en Madrid le concedió la
Copa de la Cámara de Industria y Comercio de dicha provincia por la realización
de una atractiva colección fotográfica, que había presentado a concurso bajo el
lema “La Alberca, pueblo de sorpresa y de apologética”; otras muchas
fotografías ocuparían las primeras páginas y las portadas de numerosas
publicaciones.
Tal fue su interés por el desarrollo del Turismo, por
entonces todavía en mantilla, que, en 1969, fue nombrada vicesecretaria de la
junta directiva de la
Asociación Española de Escritores de Turismo, recibiendo un
año después, el Premio de Periodismo convocado por la Diputación Provincial ,
que compartió con Salvador Toquero Cortés. Finalmente, en 1971 alcanzó el
Premio para Miembros de la Asociación Española de Escritores de Turismo, por
sus trabajos de divulgación.
En 1982, la Caja de Ahorro Provincial le editó el libro La cocina en Guadalajara.
“Refiriéndonos ya al contenido de la colección” -lo que
nosotros consideramos como un a modo de segunda parte del texto- destacaríamos
el grupo de fotografías que recogen algunos aspectos del proceso de
reconstrucción del Palacio del Infantado, datadas en la segunda mitad de los
años sesenta (coincidiendo con las obras aprobadas por la Dirección General
de Bellas Artes bajo la dirección del arquitecto José Manuel
González-Valcárcel, que duraron hasta 1970), tal vez, las más impactantes según
Ruiz Rojo y Martos Causapé, dado su indudable valor documental y a la escasez
de fotografías de este tipo en las distintas publicaciones del momento.
Pero sobretodo, las fotografías que componen el fondo
Cortijo-Ballester, indican bien a las claras los intereses preferentes de sus
autores, especialmente de Francisco, siempre atento a dejar constancia de los
valores culturales con que contribuir al desarrollo de aquel incipiente turismo
provincial. Datos documentales de los lugares más llamativos por su
monumentalidad, su costumbrismo y su paisaje, junto a otros elementos “nuevos”
como los ya citados embalses de Entrepeñas, Buendía y Bolarque -la entonces
denominada “Ruta de los Pantanos”- que sirviesen de fuente de riqueza y
desarrollo de su amada tierra.
Fotografías de Pastrana y de los pueblos de sus
alrededores, pero también de otros elementos creadores de riqueza, como aquella
primera Central Nuclear “José Cabrera” o las obras del trasvase Tajo-Segura; la
entonces megafábrica de vidrio VICASA...
Una somera vista de las fotografías que incluye el
“Catálogo” puede dar idea de lo que se ha dicho: diez fotografías del Palacio
del Infantado, incluyendo la de portada; dos de Pastrana (Vista general y
Convento de los Franciscanos. Entrada y seminaristas); la Plaza Mayor de Horche;
dos de la presa de Bolarque; una vista de Anguix desde el castillo; tres de
Hita (una de las cuales corresponde a la representación teatral del Festival
Medieval); dos de Jadraque; una de la Posada del Cordón, de Atienza, y otra del
castillo de Zorita de los Canes, entre las que representan motivos
monumentales; la Presa de Entrepeñas, la fábrica VICASA y la Central Nuclear José
Cabrera, entre aquellas que representan la nueva Guadalajara
industrial y energética, y un número más reducido de fotografías de tema
etnográfico: el desfile de gigantes y cabezudos de Brihuega; la procesión de
“los cangrejos” de Nuestra Señora del Carmen, en Molina de Aragón, y la
procesión de la Cruz de Mayo de Almoguera, además de una especie de bodegón con
botella de Tío Pepe y aceitunas rellenas, a modo de anuncio o reclamo
publicitario.
Un catálogo como hemos dicho antes, sencillo e interesante
si consideramos que, aparte de las propias fotografías que constituyen la colección
Cortijo-Ballester , es la única huella material que nos ha
llegado de aquella exposición temporal que las dio a conocer a cuantos con ella
vieron enriquecidos sus conocimientos (conceptos histórico y educativo) y
también a quienes simplemente quisieron disfrutar de un rato alegre y
distendido, acaso con la imaginación echada al vuelo (conceptos de ocio y relax
-más o menos filosófico-).
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu opinión sobre este libro nos interesa. Escríbela aquí.