sábado, 29 de octubre de 2016

De nuevo a la Alcarria, en un viaje colorista

OREA [SÁNCHEZ], Jesús, Viaje a la Alcarria en familia, Guadalajara, Diputación de Guadalajara, 2016, 335 pp. [ISBN: 978-84-92886-89-0].

Dos aspectos fundamentales son dignos de destacarse en el libro que comentamos, quizá los más sobresalientes: por una parte, la importancia que dicho libro tiene para, a través de su lectura, comprender mejor esa pequeña parte de la obra celiana que es el Viaje a la Alcarria, por lo que el  autor del mismo se ha planteado su redacción teniendo siempre presente el interés didáctico, dado que está escrito principalmente para esos niños que ya van dejando de serlo y comienzan a preguntar por todo cuanto les rodea, pero sobre todo por el lugar donde viven, aunque también es necesario que lo lean los demás miembros de la familia, fijándose detenidamente en el modelo de “ficha” (que comentaremos más adelante) y que su autor, Jesús Orea, propone como ya lo hizo anteriormente con otro libro de parecidas características y fines, que vio la luz no hace mucho (2014) bajo el título de Guadalajara para niños, ilustrado como el que comentamos por Nora Marco y del que dimos noticia en su momento a través de  una reseña publicada en estas mismas páginas.

El segundo aspecto a destacar se refiere única y exclusivamente a lo que podríamos considerar como la “materialidad” del libro, que lo hacen sobresalir de entre la casi totalidad de publicaciones que van viendo la luz en nuestra provincia.

Tapas duras, papel de excelente calidad, fotografías y dibujos a todo color, tipos de imprenta perfectamente seleccionados, interlineado suficiente que produce la sensación de claridad u ayuda a una más fácil lectura, utilización de tintas de diferentes colores a la hora de indicar las distintas rutas del viajero, así como un mapa del itinerario, etc., que hacen del libro un ejemplar digno de las mejores bibliotecas y colecciones.

Se trata, en fin, de unextenso trabajo de 335 páginas, en el que se va dando a conocer, a lo largo de veinte etapas el libro de referencia -el Viaje a la Alcarria-, comenzando cada una de ellas mediante una breve sinopsis con la que conocer al detalle aquello que podríamos denominar como “las coordenadas espacio-temporales” del momento, es decir, el lugar de que se trate en caso, tal y como lo vio y lo vivió C.J.C. 

Sinopsis que posteriormente se amplía gracias a un apartado fundamental: “Qué saber de Guadalajara” (puesto que, en este caso, al tratarse de la primera etapa el viajero ha llegado a la capital alcarreña, procedente de Madrid).

Este apartado recoge datos históricos sobre la evolución de la ciudad y finaliza con unos datos que consideramos imprescindibles (sobre www.guadalajara.es y la Oficina de Gestión Turística: http://www.guadalajara.es/es/Turismo/Turismo-Oficina-de-Gestion), a los que sigue otro apartado más, pero en esta ocasión centrado en “Qué ver en Guadalajara”, es decir, en sus principales recursos histórico-artísticos: el puente árabe, el Alcázar Real, los torreones del Alamín y de Alvar Fáñez, etcétera, además de otros recursos culturales como la Biblioteca Pública Provincial (palacio de Dávalos), la exposición permanente “Guadalajara en la Historia”, el Museo Francisco Sobrino… y los principales recursos naturales: los parques de la Concordia, san Roque, de la Fuente de la Niña y otros muchos más.

“Cuándo ir a Guadalajara” es el tercer apartado que se propone, aunque todas las fechas sean buenas para visitarla. La propuesta se centra en algunas manifestaciones festivas como “Naviguad” y la Cabalgata de Reyes Magos (2 al 5 de enero), Carnaval (febrero- (marzo-abril, variable), Semana Santa (marzo-abril, variable), el Maratón de los Cuentos (a mediados de junio), “Solsticio Folk (segunda quincena de julio), Ferias y Fiestas (segunda o tercera semana de septiembre) y El Tenorio Mendocino (finales de octubre y primeros de noviembre), algunas de ellas destinadas a personas adultas.

Pero además, y aquí radica en gran parte el interés del libro, se propone un “Viaje a Guadalajara para niños” siguiendo las huellas del literato, en el que todos aquellos monumentos que se reseñaron para los más mayores, se adaptan ahora al nivel de la grey infantil mediante juegos sencillos, por ejemplo, investigando cómo es el escudo de la ciudad o buscando en la iglesia de santa María el Cristo “de los Apóstoles” y saber de donde procede dicha denominación popular.

Además, para ello puede contarse con diversos materiales didácticos preparados por el Patronato Municipal de Cultura del Ayuntamiento de la ciudad, a los que se puede acceder mediante el enlace de Internet que se indica.

El libro va desarrollando sucesivamente todas y cada una de las etapas, de forma similar a la que acabamos de ver, que nos ha servido de modelo. Todo ello al detalle, sin que se escape noticia alguna por pequeña que pueda ser, tratando de que el libro sirva a un tiempo a los mayores y a los niños, de modo que contribuya a que ambos despierten el  “gusanillo” de su amor hacia esta pobre Alcarria, Cenicienta tantos años, a la que, según Cela, “… a la gente no le da la gana ir” (Viaje a la Alcarria, 1948) y que, afortunadamente, se ha ido convirtiendo en “un país al que a la gente ya de va dando la gana ir” (Nuevo viaje a la Alcarria, 1986).

Una bibliografía imprescindible (básica), como para comenzar, completa el libro y lo enriquece.
Enhorabuena a su autor y a su ilustradora, así como a sus patrocinadores, por la edición de este libro que representa un gran acierto, por su aportación al conocimiento de la provincia de Guadalajara por parte de ese turismo “familiar”, que tanta importancia tiene para su desarrollo cultural y económico.


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