OREA [SÁNCHEZ], Jesús, Viaje a la Alcarria en familia,
Guadalajara, Diputación de Guadalajara, 2016, 335 pp. [ISBN:
978-84-92886-89-0].
Dos aspectos fundamentales son
dignos de destacarse en el libro que comentamos, quizá los más sobresalientes:
por una parte, la importancia que dicho libro tiene para, a través de su
lectura, comprender mejor esa pequeña parte de la obra celiana que es el Viaje a la Alcarria, por lo que el autor del mismo se ha planteado su redacción
teniendo siempre presente el interés didáctico, dado que está escrito
principalmente para esos niños que ya van dejando de serlo y comienzan a
preguntar por todo cuanto les rodea, pero sobre todo por el lugar donde viven,
aunque también es necesario que lo lean los demás miembros de la familia,
fijándose detenidamente en el modelo de “ficha” (que comentaremos más adelante)
y que su autor, Jesús Orea, propone como ya lo hizo anteriormente con otro
libro de parecidas características y fines, que vio la luz no hace mucho (2014)
bajo el título de Guadalajara para niños,
ilustrado como el que comentamos por Nora Marco y del que dimos noticia en su
momento a través de una reseña publicada
en estas mismas páginas.
El segundo aspecto a destacar
se refiere única y exclusivamente a lo que podríamos considerar como la
“materialidad” del libro, que lo hacen sobresalir de entre la casi totalidad de
publicaciones que van viendo la luz en nuestra provincia.
Tapas duras, papel de
excelente calidad, fotografías y dibujos a todo color, tipos de imprenta
perfectamente seleccionados, interlineado suficiente que produce la sensación
de claridad u ayuda a una más fácil lectura, utilización de tintas de
diferentes colores a la hora de indicar las distintas rutas del viajero, así
como un mapa del itinerario, etc., que hacen del libro un ejemplar digno de las
mejores bibliotecas y colecciones.
Se trata, en fin, de unextenso trabajo de 335 páginas, en el que se va dando a conocer, a lo largo de
veinte etapas el libro de referencia -el Viaje a la Alcarria-, comenzando cada
una de ellas mediante una breve sinopsis con la que conocer al detalle aquello
que podríamos denominar como “las coordenadas espacio-temporales” del momento,
es decir, el lugar de que se trate en caso, tal y como lo vio y lo vivió
C.J.C.
Sinopsis que posteriormente
se amplía gracias a un apartado fundamental: “Qué saber de Guadalajara” (puesto
que, en este caso, al tratarse de la primera etapa el viajero ha llegado a la
capital alcarreña, procedente de Madrid).
Este apartado recoge datos
históricos sobre la evolución de la ciudad y finaliza con unos datos que consideramos
imprescindibles (sobre www.guadalajara.es y la Oficina de Gestión Turística:
http://www.guadalajara.es/es/Turismo/Turismo-Oficina-de-Gestion), a los que sigue otro
apartado más, pero en esta ocasión centrado en “Qué ver en Guadalajara”, es
decir, en sus principales recursos histórico-artísticos: el puente árabe, el
Alcázar Real, los torreones del Alamín y de Alvar Fáñez, etcétera, además de
otros recursos culturales como la Biblioteca Pública Provincial (palacio de
Dávalos), la exposición permanente “Guadalajara en la Historia”, el Museo
Francisco Sobrino… y los principales recursos naturales: los parques de la
Concordia, san Roque, de la Fuente de la Niña y otros muchos más.
“Cuándo ir a Guadalajara” es
el tercer apartado que se propone, aunque todas las fechas sean buenas para
visitarla. La propuesta se centra en algunas manifestaciones festivas como
“Naviguad” y la Cabalgata de Reyes Magos (2 al 5 de enero), Carnaval (febrero-
(marzo-abril, variable), Semana Santa (marzo-abril, variable), el Maratón de
los Cuentos (a mediados de junio), “Solsticio Folk (segunda quincena de julio),
Ferias y Fiestas (segunda o tercera semana de septiembre) y El Tenorio
Mendocino (finales de octubre y primeros de noviembre), algunas de ellas
destinadas a personas adultas.
Pero además, y aquí radica en
gran parte el interés del libro, se propone un “Viaje a Guadalajara para niños”
siguiendo las huellas del literato, en el que todos aquellos monumentos que se
reseñaron para los más mayores, se adaptan ahora al nivel de la grey infantil
mediante juegos sencillos, por ejemplo, investigando cómo es el escudo de la
ciudad o buscando en la iglesia de santa María el Cristo “de los Apóstoles” y
saber de donde procede dicha denominación popular.
Además, para ello puede
contarse con diversos materiales didácticos preparados por el Patronato
Municipal de Cultura del Ayuntamiento de la ciudad, a los que se puede acceder
mediante el enlace de Internet que se indica.
El libro va desarrollando
sucesivamente todas y cada una de las etapas, de forma similar a la que
acabamos de ver, que nos ha servido de modelo. Todo ello al detalle, sin que se
escape noticia alguna por pequeña que pueda ser, tratando de que el libro sirva
a un tiempo a los mayores y a los niños, de modo que contribuya a que ambos
despierten el “gusanillo” de su amor
hacia esta pobre Alcarria, Cenicienta tantos años, a la que, según Cela, “… a
la gente no le da la gana ir” (Viaje a la
Alcarria, 1948) y que, afortunadamente, se ha ido convirtiendo en “un país
al que a la gente ya de va dando la gana ir” (Nuevo viaje a la Alcarria, 1986).
Una bibliografía
imprescindible (básica), como para comenzar, completa el libro y lo enriquece.
Enhorabuena a su autor y a su
ilustradora, así como a sus patrocinadores, por la edición de este libro que representa un gran acierto, por su aportación al conocimiento de la provincia
de Guadalajara por parte de ese turismo “familiar”, que tanta importancia tiene
para su desarrollo cultural y económico.
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