CERDEÑO, Mª. Luisa,
GAMO, Emilio y CHORDÁ, Marta, “Una nueva necrópolis de época visigoda en
Cubillejo de la Sierra (Guadalajara, España)”, en BRACO, Gertrudes, ROCHA,
Leonor, DUARTE, Cidália, OLIVEIRA, Jorge de y BUENO RAMÍREZ, Primitiva
(Editores:), Arqueologia de Transiçao: O
Mundo Funerário. Actas do II Congresso Internacional Sobre Arqueologia de
Transiçao (29 de Abril a 1 de Maio 2013), Chaia, 2015, pp. 217-223.
El presente trabajo, muy
breve en extensión, servirá de prólogo a posteriores estudios más detallados
acerca de la recientemente descubierta necrópolis visigoda de Cubillejo de la
Sierra (Guadalajara), que abre nuevas perspectivas al estudio de la Antigüedad
Tardía en el interior peninsular, escasamente estudiada hasta el momento actual.
El descubrimiento de la
citada necrópolis reviste gran interés dado que, la mayor parte de yacimientos
similares, ha sido conocida a través de documentación antigua procedente de excavaciones
anteriores llevadas a cabo mediante una sistemática poco eficiente o a partir
de noticias que no se correspondían con una investigación rigurosa. Por el
contrario, las informaciones que se vienen recabando a lo largo de los últimos
años está poniendo de manifiesto la existencia de gran número de enclaves de
este mismo tipo y de esta misma época, que vienen a indicar que el poblamiento
de la zona centro, especialmente en el mundo rural, fue más abundante de lo que
se suponía hasta hace poco.
El hallazgo del
cementerio que nos ocupa tuvo lugar de forma inesperada en el transcurso de
unos trabajos iniciados en el año 2006, en el oppidum celtibérico de Los Rodiles y su entorno, donde aparecieron
varios yacimientos pertenecientes a distintas épocas, ya que en un radio de
unos quinientos metros el hábitat más alejado en el tiempo corresponde al
periodo Celtibérico Antiguo y consiste en un poblado situado sobre una loma
sobre la que también se asienta la ermita medieval de la Virgen de la Vega.
En la explanada que se
extiende junto a la citada ermita se encontraron, hace años, numerosas
cerámicas y, precisamente, para verificar su ubicación exacta, se realizó una
prospección con sondeo, que confirmó la existencia de materiales celtibéricos,
así como la sorpresa del hallazgo de diversas tumbas visigodas, una vez
perforado el nivel antiguo, lo que viene a demostrar que el oppidum de Los Rodiles, fue habitado
hasta el siglo I de nuestra Era, cuando su población se traslada al llano, como
demuestra la villae romana del
periodo imperial de la Vega que, según los materiales encontrados, abarca de
los siglos I al V de la Era, al parecer pertenecientes a la pars urbana de una explotación agraria,
tipo villa con restos constructivos conservados como fustes de columnas y
estructuras cuadrangulares, fácilmente observables mediante fotografía aérea, por
lo que no sería de extrañar que el mencionado poblamiento continuara
utilizándose hasta fecha tardo-antigua, como queda claro a través de la
necrópolis hallada, correspondiente a los siglos VI-VII.
De época medieval
cristiana también se conserva información sobre una ocupación al pie de la
loma, cercana a la mencionada villa romana, donde existió un antiguo despoblado,
-conocido por “Villarquemado”-, que se destruyó durante las guerras mantenidas
entre castellanos y aragoneses, en 1293.
La ermita sería el único
resto conservado de esta ocupación medieval, que originó el nacimiento de los
dos actuales “Cubillejos”: del Sitio y de la Sierra.
La necrópolis, que se
asienta en el sur del espolón de la Loma Gorda, a 1140 metros de altitud sobre
el nivel del mar, ha ofrecido una serie de materiales -depositados en los
fondos del Museo de Guadalajara- que obligan a “repensar” acerca de ese “vacío
poblacional” que no puede ser real, sino consecuencia de la falta de investigaciones
actuales verdaderamente científicas.
La mayoría de los
yacimientos aledaños consisten también en necrópolis, algunas ya conocidas de
antiguo como las de Establés y Villel de Mesa, además de otras algo más
alejadas como las de Corduente y Anguita, que podrían unificarse con algunas
más de la zona molinesa como las de Herrería, Valhermoso, Poveda de la Sierra,
Santiuste, Valsalobre, Checa, Terzaga y Castilnuevo, además de la más distante
de Renales.
Sin embargo los datos
que se conocen sobre los lugares de habitación son más bien escasos puesto que,
aunque todo parece indicar que existió un poblamiento de tipo rural todavía no
bien localizado, el único hasta ahora excavado ha sido el de El
Tesoro-Carramantiel, en Gualda, identificado con un pequeño poblado visigodo de
carácter ganadero.
A pesar de todo y con
los escasos datos disponibles cabría señalar dos características propias de
este tipo de poblamiento, según los conocimientos que se tienen en el momento
actual: La continuidad de las villae
y los asentamientos en llano tardo-romanos, según parece indicar la necrópolis
analizada, así como otras como las de Carranque y Saucedo, ambas en la
provincia de Toledo.
Además, cabría destacar
que, en el caso de la villa romana de La Vega de Cubillejo de la Sierra, al pie
de una loma datada en época alto y bajo imperial, se encuentra junto a una vía
de comunicación, igualmente romana: un ramal de la vía 31 de Itinerario de
Antonino, que seguía la ruta Laminium-Caesaraugusta cruzando la zona oriental
de la actual provincia de Guadalajara en dirección Suroeste-Noroeste y que,
posiblemente, estuvo en uso en época tardoantigua; vías que también se
documentan en otros yacimientos asentados en hábitat rural como los de Los
Palacios (Luzaga) y Las Casutillas (Corduente).
No olvidemos que durante
el Bajo Imperio y la Antigüedad Tardía se produce una recuperación de hábitats
en altura y en cuevas que coinciden con anteriores ocupaciones celtibéricas y
prehistóricas, quizá debida a cierta inestabilidad sociopolítica y/o a un mayor
auge de la ganadería, como queda de manifiesto en los yacimientos del poblado
de la Peña del Águila (Teroleja), la Cueva de la Hoz I (Corduente) y la Cueva
de la Mora (Prados Redondos).
Para finalizar diremos
que la necrópolis visigoda de Cubillejo de la Sierra contribuye sobremanera a
conocer nuevos aspectos a documentar del periodo tardoantiguo en la provincia de Guadalajara, hasta ahora poco
conocidos y diseñar un proyecto de excavación sistemática del yacimiento -con
medios técnicos actuales- que incluya el análisis antropológico de los
individuos enterrados, cosa que las circunstancias actuales no han permitido
continuar; por lo que es de gran utilidad la presentación de los hallazgos
realizados hasta ahora, en congresos como el presente, celebrado en Chaia
(Portugal) entre finales de Abril y comienzos de Mayo de 2013, cuyas comunicaciones
han visto la luz en una magna obra titulada Arqueologia
de Transiçao: O Mundo Funerário, que ha visto la luz recientemente, en 2015.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu opinión sobre este libro nos interesa. Escríbela aquí.