ATIENZA DE LOS JUGLARES. Revista de actualidad,
histórico-literaria, digital, año 4, número 43, (Atienza/Madrid, Noviembre
2012), 46 pp.
Desde la villa medieval de
Atienza nos llega con puntualidad esta interesante revista mensual y digital
cuya dirección y coordinación lleva a cabo, ejemplarmente, Tomás Gismera
Velasco, autor de numerosos libros como La Caballada de Atienza, ya por su segunda edición; José Antonio Ochaíta la voz de
la Alcarria; Francisco Layna Serrano “El Señor
de los Castillos” otra historia de
Guadalajara; Guadalajara en los
tiempos del cólera (1834-1885). La provincia bajo la epidemia o Guadalajara en la savia de Madrid,
entre otros, que tanto aportan a la cultura alcarreña.
Pues bien, Gismera Velasco,
sacando tiempo ha dado a la estampa, en este caso al ordenador, esta
publicación tan seria e interesante, cuyo primer número vio la luz el mes de
mayo de 2009 y que, apenas sin darnos cuenta (tempus fugit), va ya por el 43, que corresponde a noviembre del
2012.
Una revista de actualidad que
tiene entre sus compromisos el de dar a conocer a un amplio espectro de lectores,
los valores que atesora la villa de los recueros y, especialmente, todos
aquellos que afectan a su historia, arte y costumbrismo, aunque centrándose
muchas veces en la defensa del patrimonio y en las comparaciones fotográficas
del ayer y del hoy, sin comentario alguno para que sea el propio lector quien
saque sus conclusiones.
Y si decimos que atiende a los
valores propios de Atienza, con ello queremos decir que no quedan fuera los de
los pueblos de su contorno y, acaso, hasta los que antaño, históricamente,
conformaron y pertenecieron a su Común de Villa y Tierra.
Cualquier trabajo, nota, aspecto, por raro o nimio que
parezca, relacionado con la villa atencina, tiene cabida en sus páginas.
Calcule el lector la cantidad de información que puede almacenarse en una media
de cuarenta y un folios por número.
Pues bien, para dar una somera
idea del contenido de esta publicación, muy semejante en su línea editorial a
los números anteriores, echaremos un vistazo a su índice: partimos para ello de
su portada que, como siempre, ofrece imagen de algún paisaje o monumento de
tantos como conserva Atienza. En este podemos ver la fachada principal de la
iglesia de San María del Rey, presidiendo majestuosa el cementerio.
Siguen unas señas o direcciones
de interés, enlaces, con Atienza de los
Juglares:
- el blog: http://www.atienzadelosjuglares.blogspot.com
- el facebook: http://www.facebook.com/#!/atienzadelosjuglares
- y el correo, para quien desee
colaborar o recibirla: atienzadelosjuglares@gmail.com
Perdóneseme esta nota
informativa.
El primer artículo, “Benditas
ánimas de la Serranía”, es una interesante exposición de los ritos y
tradiciones relativos a la muerte que en gran parte no se recogieron cuando aún
estaban presentes en la mentalidad popular y en la vida rural, de modo que en
él se recogen multitud de manifestaciones que se perdieron, mayormente por
culpa de la despoblación y de las comunicaciones, sobretodo de las numerosas
cofradías de ánimas, tan habituales en la mayoría de los pueblos de la
provincia; los testamentos y sus especificaciones y cláusulas, tan diferentes a
los actuales, y los distintos tipos de entierro, según la calidad y la economía
del fallecido y su familia. Un trabajo atractivo y atrayente -como la propia
muerte- que incluye una fotografía de gran interés etnográfico: uno de los
catafalcos de Atienza, verdadera pieza de museo.
Como queda dicho, un apartado -o
si se quiere capítulo- ya tradicional en la revista es “Atienza, de ayer a
hoy”, consistente en comparar una fotografía más o menos antigua, con la misma
imagen (a ser posible tomada desde el mismo punto que aquella), pero en la
actualidad. Los resultados pueden llegar
a ser sorprendentes. En este caso se trata de una instantánea del cementerio de
Atienza, tomada en 1975, y “la misma” en 2012.
Como dijimos al comienzo, exponer o dar a conocer alguno
de los pueblos de la zona, es otra de las misiones de la revista, y en este
número le ha correspondido a “La Miñosa, en el Catastro de Ensenada”, mediante
las respuestas que envió dicha localidad.
Otro apartado que suele ser
factor común en la publicación es el titulado “Atienza siglo XX. Crónicas de la
historia reciente”, que ya va por la décima entrega y que se debe a la pluma
recopiladora del propio Tomás Gismera, cuando corría en el verano de 1906 la
noticia de que el mundo se acabaría el día 30 de Julio: “Una lluvia de fuego
debería ese día caer sobre la tierra y arrasar poco menos con todo”, tanto se
hablada de ello que era la comidilla del pueblo y por eso lo recoge Isabel Muñoz Caravaca
como si se tratase de una “mamarrachada del carnaval”. Se habla, además, de
otras muchas curiosidades dignas de recordarse, como el toque del tente nublo, la proyección de cine en el
Casino, el movimiento electoral, etc., que dan idea del modo de vida de los atencinos
durante la primera década de dicho siglo.
Junto a estos trabajos de antaño, también se publican
noticias de hogaño, por ejemplo, la celebración del V Día de la Sierra que tuvo
lugar en Jadraque y en la que fueron nombrados Socios de Honor Adel Sierra
Norte y José Luis García de Paz.
Se incluyen casi siempre noticias del pasado, como “La
matanza, de Real Orden...”, es decir, las normas que debían regir la matanza,
hasta hace poco tan tradicional en todas las casas. No olvidemos que la nota es
de 1894. Nota que sirve de pórtico al apartado “Curiosidades que son historia”
(sobre un sucedáneo a la vicalvarada
que tuvo lugar en Hiendelaencina, protagonizada por el herrero del pueblo -el
“tío Tillas”-, que fue procesado por sedición y huyó sin dejar rastro) y
“Sucedió en noviembre” (pero de finales del siglo XIX y comienzos del
siguiente).
Como siempre sucede, ofrece
multitud de aspectos históricos en artículos de mayor o menor extensión, como
los dos que siguen: “De cómo se tomó la villa y castillo de Atienza, para la reina Isabel ”, según
el Capítulo XLIX, de la Crónica de los
Señores Reyes Católicos, de Hernando del Pulgar (“Cómo se partió el
Arzobispo (Carrillo) del Rey de Portugal, e como se tomaron las fortalezas de
Atienza e Caracena”) y “Los Elgueta, glorias de una familia de Atienza”, en el
que aparecen muchos y valiosos datos acerca de don Baltasar de Elgueta y Vigil,
su fallecimiento y últimas voluntades, testamento en el que habla in extenso de su hidalguía.
Termina este número,
interesantísimo en su contenido -como todos los anteriores- con una “denuncia”:
una brevísima nota y seis fotografías, del patrimonio cultural en mal estado,
que trata de “La ermita de Hijes”, en cuyas ruinosas paredes ahora desconchadas
aparecieron unas pinturas al fresco, al parecer del siglo XVIII. Lástima que la
ermita esté tan en ruinas y que sea poco menos que imposible la restauración o
recuperación de las mencionadas pinturas murales, que representan el
Descendimiento y la Crucifixión.
Para terminar, quisiera decir que
se trata de una revista digital extraordinaria, que contiene muchas e
interesantes cosas poco conocidas por la mayoría y que mes a mes nos va
desvelando aspectos novedosos u olvidados que conviene airear.
Felicitamos por ello a su
director y coordinador, a Tomás Gismera Velasco , alma mater de la misma, por tan brillante publicación.
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