lunes, 15 de agosto de 2011

Fontanar palmo a palmo



Un libro para conocer Fontanar en todas sus dimensiones



TIESO DE ANDRÉS, Juan Manuel, Historia de la Villa de Fontanar, Madrid, Bornova A.T.C. S.L., 2011, 316 pp.
Estamos ante un libro pulcramente escrito por Juan Manuel Tieso. Ha tardado varios años en reunir los datos suficientes para llevar a cabo esta ejemplar tarea, que a modo de ofrenda, ha entregado a su pueblo con todo el cariño (“A mi familia y a todo el pueblo de Fontanar”). Su joven autor, Licenciado en Historia por la Universidad de Alcalá de Henares (2006), es coautor de Los Movimientos Sociales en la Crisis de la Dictadura y Transición: Castilla-La Mancha, 1969-1979 (2008), y ha participado en los dos últimos Encuentros de Historiadores del Valle del Henares con otros tantos trabajos acerca de Fontanar: “El Monasterio de El Paular y su Granja de Fontanar” (2008) y “Un ilustre diplomático en tiempos de Felipe IV, Don Cristóbal de Benavente y Benavides, Conde de Fontanar” (2010) que, en parte, se han visto ampliados en el libro que comentamos.
Ya en el prólogo, firmado por el Doctor Ángel Mejía Asensio, se va prefigurando lo que el lector se va a encontrar entre sus páginas. No se trata de una “Gran Historia” al uso decimonónico en base a batallas, matrimonios y fechas, sino a esa otra Historia más cercana, del pueblo llano que paga religiosamente sus impuestos, que trabaja y que cuando llega el momento del descanso lo celebra con la fiesta. Una Historia más social, de los habitantes de Fontanar y su cotidiano acontecer, más de andar por casa, más cercana a todos, es decir, una de esas “historias locales” hasta hace poco tan denostadas, pero gracias a las que muchos aspectos olvidados o al menos escondidos, han salido a la luz y han podido ser puestas en valor precisamente por quienes más las habían considerado “menores”. Y, si bien puede ser cierto que para algunos estudios cuyo fin principal sea la Gran Historia, determinados puntos de vista excesivamente locales, a lo mejor no tienen demasiada importancia, aunque ello no quiere decir que -por ese motivo- tengan que ser despreciados a priori ya que, como señala el prologuista “cada vez que se publica uno de estos libros, damos un paso más hacia adelante en la comprensión verdadera de lo que es la Historia de nuestra tierra”.
Estamos, pues, ante un libro que “intenta ofrecer una explicación inteligible del pasado de Fontanar”, de modo que para el estudio de la Época Moderna -y ante la falta de documentación en los archivos municipal y parroquial- su autor ha rastreado numerosos archivos, centrándose mayormente en la documentación contenida en la Sección Nobleza del Archivo Histórico Nacional, referente al Estado de Fontanar, del mismo modo que para la Época Contemporánea se ha servido los fondos pertenecientes al archivo municipal, más numerosos que los del periodo anterior, así como de la prensa provincial, además, claro está, de recurrir con frecuencia a la memoria oral, vox populi, a veces controvertida pero, en este caso, debidamente contrastada.
El libro aparece dividido en seis grandes capítulos o apartados, un apéndice documental y una extensa bibliografía, que alcanza media docena de páginas.
El primero trata de la descripción del medio físico y geográfico en que se encuentra ubicado el pueblo de Fontanar, en tierras campiñeras; su origen toponímico (que no es otro que “lugar abundante en fuentes”); así como una introducción a las gentes que primeramente poblaron sus alrededores y a las huellas de su cultura material que han llegado hasta el presente, dando paso al antiguo enclave, lugar de paso de una principal calzada romana sobre la que asentaría, con el paso del tiempo, el Camino Real de Aragón y Navarra.
La Edad Media, a la que se destina en segundo apartado, trata de la conquista y repoblación del Valle del Henares y de Fontanar como aldea perteneciente al alfoz de Guadalajara. Aquí se hace una incursión en alguna de las propiedades de la familia Pecha: la heredad de Fontanar y los molinos de San Chartes, además de la instalación de los cartujos de El Paular.
En la tercera parte, que corresponde a la Edad Moderna (siglos XVI-XVIII), se estudian las variaciones demográficas según consta en fuentes tan variadas como las “Averiguaciones de vecinos”, de 1530; las de alcabalas, de 1561; el “Repartimiento de Soldados”, de 1569; las Relaciones Topográficas, de Felipe II (1575); el “Padrón de Alcabalas”, de 1586, y otras muchas más, en concreto, siete del siglo XVI, tres del XVII y 5 del XVIII, así como a la economía y la sociedad, básicamente constituida por jornaleros y dedicada casi por completo a las actividades agropecuarias.
Importante, dentro de este tercer apartado, es el estudio que Tieso de Andrés dedica al proceso de exención o desgajamiento de la aldea de Fontanar de la Tierra de Guadalajara, convirtiéndose en villa y, por lo tanto, en señora de sí misma, cosa que no pudo lograr dado que el alto precio solicitado por el rey Felipe IV, no pudo ser asumido por su vecindario, oportunidad que avispadamente aprovechó Don Cristóbal de Benavente y Benavides, miembro del Consejo de Guerra y a la sazón embajador en Francia, para asumir tan alto precio y poder convertirse así en “señor de vasallos”, -algo muy de moda entre los altos funcionarios de la oligarquía ciudadana que de ese modo pretendían adquirir un mayor prestigio social-, y que, además, en 1645 consiguió el título de conde de Fontanar. Se estudian también en el mencionado capítulo los derechos que le correspondían al nuevo señor, así como la evolución sufrida por el condado, el estado del Consejo Municipal y sus propios, además de hacer nuevo hincapié en las propiedades (1.247 fanegas de tierra) y a la administración de la “Granja” que los monjes de El Paular poseían en Fontanar, especialmente dedicadas a cereal, vid y olivo, amén de una extensa huerta, las conocidas “minas de agua”, los molinos de harina y aceite y el suficiente ganado para su laboreo y propio mantenimiento.
La cuarta parte, Época Contemporánea (siglo XIX), da comienzo con los sucesos acaecidos durante la guerra de la Independencia; la evolución demográfica, que oscilaba entre los 213 y los 313 habitantes, en 1845 y 1897, respectivamente; las desamortizaciones, eclesiástica de Mendizábal, y posterior de Madoz; la evolución del ayuntamiento constitucional, con el gobierno de los mayores contribuyentes y el consiguiente desigual reparto de la tierra a favor de la gran propiedad, hasta la llegada de cierto desarrollo económico en la segunda mitad del siglo, la vida cotidiana y la beneficencia y sanidad.
La quinta parte recoge los más importantes acontecimientos del siglo XX: la construcción del puente sobre el Henares, la instalación de la central eléctrica “La Encarnación”, la escuela pública, el nuevo edificio de ayuntamiento, la llegada de la Segunda República (con la Reforma Agraria y el avance de las izquierdas en las elecciones de noviembre del 33), pasando por la Guerra Civil (1936-1939) y la posterior reconstrucción y crecimiento de Fontanar, hasta la llegada de la etapa democrática.
El sexto y último apartado se dedica íntegramente a las tradiciones y fiestas populares, entre las que destacan las que se celebran en honor a san Matías, patrón de Fontanar; san Roque, san Isidro Labrador, la Semana Santa y la devoción a Nuestra Señora de la Soledad. No se olvidan las fiestas de “quintos” y de “mayos”, ni los recientes Encuentros de Gigantes y Cabezudos, que se completan, quizá algo fuera de contexto, con la descripción del escudo municipal, la ermita de la Soledad y “La Ría”.
Entre los documentos que se insertan en el apéndice documental destacan el “Testimonio de la entrega que fue fecha al monasterio de Sant Bartolomé de la casa de Fontanar y de Sant Chartes”. Fontanar, 15 de Noviembre de 1385 (Archivo Histórico Nacional. Clero. Carpeta 576/11, 10º), la “Escritura sobre la exención de Fontanar de la Ciudad de Guadalajara, 1627 (Archivo General de Simancas. Dirección General del Tesoro. Inventario 24. Legajo 290-42), las Relaciones de Felipe II (Hontanar, 1575) y las Respuestas Generales del Catastro de Ensenada (1752), entre otros.
Finalmente, señalar, que este interesante y completísimo libro ha sido editado gracias a la generosidad de la empresa Danosa, radicada en el término de Fontanar que de esta forma contribuye tan eficazmente a dar conocer la historia del lugar en que se encuentra instalada, convirtiéndose al tiempo en sujeto de la historia del mañana, que otros estudiarán.

José Ramón LÓPEZ DE LOS MOZOS

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