Un gran libro de arte

La catedral de Sigüenza, desvelada

Doy noticia de este libro, que apareció en 2006 y quedó un poco escondido, (quizás por lo caro que resultaba para comprarlo) pero que merece la pena tener como referencia porque es un gran libro de imágenes y aporta noticias claves para conocer mejor la Catedral de Sigüenza.
Se titula “La Catedral de Sigüenza” y lleva por subtítulo “La puesta en práctica de un Plan Director”. Está editado por Lunwerg, con la calidad a que nos tiene acostumbrados esta empresa de publishing, y está pagado por Kalam, la empresa constructora que se encargó de los trabajos de construcción y restauración de la catedral incluidos en ese Plan Director.
Lleva un prólogo amplio, más bien un estudio sumamente interesante, de Pedro Navascués Palacio (Académico de la Real de Bellas Artes de San Fernando) con el título de “La catedral de Sigüenza, una visión personal”. Es el eje del libro, y muy recomendable como texto que aporta visiones y datos nuevos.
Además, antes de él, escriben sendos mensajes de presentacion y de representación, Ramón Maya Fernández, como Director General de Kalam; Blanca Calvo Alonso-Cortés, como Consejera de Cultura de Castilla-La Mancha a la sazón; Alvaro Martínez Novillo como Subdirector General del IPHE en esos días; Antonio José Mas-Guindal Lafarga, arquitecto partícipe del plan nacional de Catedrales; Carlos Baztán de Lacasa, arquitecto, de lo mismo, y don José Sánchez González, Obispo de Sigüenza-Guadalajara.
Son luego los arquitectos encargados de la dirección de todo cuanto se hace en esta catedral los que aportan textos explicativos de los proyectos, problemas encontrados, soluciones aportadas, etc. Ellos son José Juste Ballesta y Eduardo Barceló de Torres, además de Manuel Montañés García, como responsable de restauración de Kalam.
El libro añade a los textos un valor muy importante: aporta planos de los arquitectos, y muchas y extraordinarias fotografías de Alberto Otero Herranz, Kalam y Juste.
En definitiva, un libro muy “bonito” por su aspecto gráfico, muy útil por su aspecto informativo respecto a las restauraciones hechas, y muy apetecible, aunque caro.