Los moriscos de Pastrana
El sabado 19 de diciembre se presentó en el salón de actos del palacio ducal de Pastrana un nuevo libro que concierne íntimamente a la historia de este pueblo. Un libro que ha escrito Aurelio García López, y que titula “Señores, seda y marginados” y cuyo subtítulo es lo más explicativo de todo: “La comunidad morisca en Pastrana”. El libro cuenta con 400 páginas, en un volumen de 17 x 24 cm. ilustrado además con numerosas imágenes de los viejos tiempos que en él se tratan.
La esencia del libro es el análisis de la comunidad morisca en la villa de Pastrana. Tras la revuelta de las Alpujarras, y como muchos hoy ya saben por haberse leído el fenomenal libro de novela histórica “La mano de Fatima” de Ildefonso Falcones , el rey Felipe II decidió distribuir a todos los moriscos que habían quedado a vivir al sur de Granada y que se habían alzado en armas, entre los grandes nobles que habían colaborado en su derrota y rendición, y entre otros que sin haber mojado tenían las riendas del poder en la Corte. Así fue cómo a don Ruy Gómez de Silva y a su casa poderosa de Pastrana le correspondieron 200 familias de moriscos, que trajo a vivir y aposentó en el barrio del Albaicín, y en el poblado de La Pangía aguas abajo del Arlés, allí por donde confluye con el Tajo. A todos ellos los puso a trabajar en una monumental industria de sederías que montó en caserones del pueblo. Y durante los 30 años que siguieron, la cosa funcionó, muy bien al parecer, según dicen los documentos de archivos y demás memorias.
El estudio que hace el historiador García López en torno a este tema es completo, absoluto, perfecto. Como todo lo que hace este joven estudioso alcarreño, está documentado rigurosamente, y el análisis se plantea con claridad y amenidad totales. Cuántos eran, como se llamaban, donde vivían, a qué se dedicaban, cómo vivían y cómo se divertían, cómo gozaban y sufrían, etc. También cómo fueron expulsados. Todo.
Estudios sobre los moriscos se han hecho muchos, en la bibliografía aparecen referenciados. Pero sobre Pastrana solo se habían tocado aspectos muy puntuales, espigados de documentos sueltos. Aquí la búsqueda ha sido selectiva, y el autor ha ido a por todas. De esta manera, el estudio que acaba de aparecer sobre la comunidad morisca de Pastrana, en los finales del siglo XVI y comienzos del XVII hasta su expulsión definitiva, suma el valor de lo nuevo, de lo completo, y se alza como uno de los mejores estudios que sobre este tema se han hecho en España.
El sabado 19 de diciembre se presentó en el salón de actos del palacio ducal de Pastrana un nuevo libro que concierne íntimamente a la historia de este pueblo. Un libro que ha escrito Aurelio García López, y que titula “Señores, seda y marginados” y cuyo subtítulo es lo más explicativo de todo: “La comunidad morisca en Pastrana”. El libro cuenta con 400 páginas, en un volumen de 17 x 24 cm. ilustrado además con numerosas imágenes de los viejos tiempos que en él se tratan.
La esencia del libro es el análisis de la comunidad morisca en la villa de Pastrana. Tras la revuelta de las Alpujarras, y como muchos hoy ya saben por haberse leído el fenomenal libro de novela histórica “La mano de Fatima” de Ildefonso Falcones , el rey Felipe II decidió distribuir a todos los moriscos que habían quedado a vivir al sur de Granada y que se habían alzado en armas, entre los grandes nobles que habían colaborado en su derrota y rendición, y entre otros que sin haber mojado tenían las riendas del poder en la Corte. Así fue cómo a don Ruy Gómez de Silva y a su casa poderosa de Pastrana le correspondieron 200 familias de moriscos, que trajo a vivir y aposentó en el barrio del Albaicín, y en el poblado de La Pangía aguas abajo del Arlés, allí por donde confluye con el Tajo. A todos ellos los puso a trabajar en una monumental industria de sederías que montó en caserones del pueblo. Y durante los 30 años que siguieron, la cosa funcionó, muy bien al parecer, según dicen los documentos de archivos y demás memorias.
El estudio que hace el historiador García López en torno a este tema es completo, absoluto, perfecto. Como todo lo que hace este joven estudioso alcarreño, está documentado rigurosamente, y el análisis se plantea con claridad y amenidad totales. Cuántos eran, como se llamaban, donde vivían, a qué se dedicaban, cómo vivían y cómo se divertían, cómo gozaban y sufrían, etc. También cómo fueron expulsados. Todo.
Estudios sobre los moriscos se han hecho muchos, en la bibliografía aparecen referenciados. Pero sobre Pastrana solo se habían tocado aspectos muy puntuales, espigados de documentos sueltos. Aquí la búsqueda ha sido selectiva, y el autor ha ido a por todas. De esta manera, el estudio que acaba de aparecer sobre la comunidad morisca de Pastrana, en los finales del siglo XVI y comienzos del XVII hasta su expulsión definitiva, suma el valor de lo nuevo, de lo completo, y se alza como uno de los mejores estudios que sobre este tema se han hecho en España.
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