domingo, 22 de septiembre de 2013

Crónica de un año diocesano: un libro diferente de Esteban Lorente

Esteban Lorente, Juan Carlos: “El Eco de Sigüenza se confiesa. Un año en la Diócesis de Sigüenza-Guadalajara”. Edición del autor. Valencia, 2013- 210 páginas.

Agradezco al autor que me haya hecho llegar un ejemplar de esta obra que, a pesar de su limitada tirada, y también del limitado espacio-tiempo en que se desarrolla, aporta una visión muy certera, muy medida, apasionante incluso, de un aspecto de la vida (y por lo tanto de la historia) de las tierras y las gentes de Guadalajara, de Sigüenza y de los pueblos de esta provincia.
Trabaja Esteban sobre una documentación concreta, perfilada y muy medida: los ejemplares del periódico “El Eco Diocesano” de la diócesis Sigüenza-Guadalajara a lo largo del curso 1991-1992. Analiza los temas que se tratan en ese periódico, y los reúne por artículos, temáticas y comarcas. Destaca desde un principio a quienes redactan (la mayoría de las veces desde el anonimato) los escritos del periódico, jóvenes sacerdotes que hoy en su mayoría todavía están activos, algunos en altos cargos eclesiásticos: Juan José Asenjo Pelegrina, Alvaro Ruiz Langa, Jesús de las Heras Muela, Pedro Moreno, Germán Muñoz y Angela C. Ionescu, que elabora semanalmente su “Carta a mi Señor”.
Es el episcopado de don José Sánchez González,  en el que esta nueva hornada de sacerdotes jóvenes, plenamente integrados en la problemática social, muy afectos a la comunicación y la interacción con el pueblo, se dedican a difundir los valores del cristianismo entre un público fundamentalmente rural, aunque también urbano especialmente en Guadalajara, Azuqueca y Sigüenza.
Esteban Lorente acoge los veinte temas más importantes desde el punto de vista de la Iglesia Católica en ese año (la Cuaresma, la Campaña de Manos Unidas, el sínodo de los obispos para Europa, la reforma de la enseñanza, el Quinto Centenario del Descubrimiento de América, entre otros) y luego nos va dando las noticias, novedades y reestructuraciones de los ministros de la Iglesia en la diócesis, así como todas las noticias relativas a Patrimonio, arreglos de templos, peregrinaciones y romerías, etc. clasificadas por comarcas. La visión de la diócesis, a través exclusivamente de las páginas de “El Eco”, es completa, y de este modo la visión se nos ofrece uniforme, pudiendo sacar conclusiones certeras.
En la página 182 publica una meticulosa crónica diocesana de 1991 escrita por el sacerdote Jesús de las Heras, y luego la obra se completa con algunos interesantes y clarificadores Anexos, como la Memoria Rápida del episcopado de don Jesús Pla, algunas “Historias del Nuevo Mundo”, una de las “Cartas a mi Señor” de Angela C. Ionescu, y algunas reflexiones sobre la democracia, el fascismo y el papel de los laicos en la iglesia. Acaba el libro con la Crónica Diocesana de 1992, también debida a la pluma de Jesús de las Heras.
En definitiva, un libro de historia no convencional, una crónica muy densa de un año desde el punto de vista del catolicismo oficial, y una muestra de lo preparado, de los meticuloso y honrado que en sus apreciaciones y exposiciones es Juan Carlos Esteban Lorente, quien tantos años llevan estudiando la realidad, pretérita y contemporánea, de nuestra tierra, especialmente del Señorío de Molina, que tan bien conoce.


A.H.C.

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