Este es el estudio detallado, pormenorizado y documentado de la arquitectura de la época manierista en Guadalajara. Ese Renacentismo pasado, pero muy productivo, que fue prácticamente el protagonista único de la segunda mitad del siglo XVI, cuando más templos se construyeron en nuestra tierra.
Además de muchas referencias a la catedral de Sigüenza, buena parte del libro se dedica a edificios desaparecidos, deteriorados, como por ejemplo el convento de La Salceda, en Tendilla/Peñalver, pero también muchos elementos de Pastrana, y de la propia ciudad de Guadalajara.
Añade un completo estudio de la actividad y estilos de muchos arquitectos señeros de la época, todos ellos protagonistas de la construcción artística en Guadalajara. Realmente, tras examinar este libro a fondo, uno queda impresionado de contemplar como en dos generaciones solamente (los dos últimos tercios del siglo XVI) se pudo construir tanto y tan bueno en la tierra de Guadalajara.
La arquitectura manierista se caracterizó por trucos visuales y elementos inesperados que desafiaron las normas del renacimiento.
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