Inaugurada el día 16 de octubre, va a permanecer abierta hasta el 7 de diciembre. En 2018. Me refiero a una curiosa y sungular exposición, que ahoira se contempla en la Sala Borbón-Lorenzana del Alcázar Real de Toledo, con acceso a través de la Biblioteca Regional de Castilla-La Mancha, allí ubicada.
Si el marco es espléndido, el contenido es espectacular. Porque en esta exposición, que lleva por título “Editoriales de Castilla-La Mancha: una historia con futuro” se muestran ejemplares muy diversos, desde los inicios de la imprenta en España, hasta nuestros mismos días. En numerosas vitrinas, y clasificadas por provincias, se muestran ejemplares, logotipos, pruebas y avances en forma de libros, hechos realidad por las empresas editoras de libros de nuestra Región, avanzando y mostrándose juntas las de carácter público, institucional, con las privadas, en manos de emprendedores no del todo valorados.
La exposición se complementa con una publicación que ha hecho la propia Biblioteca Regional, y en la que los comisarios encargados de organizar la misma (Alfonso González-Calero, María Hijón Dávila y Carmen toribio Aguilera) expresan en un amplio estudio la evolución de la edición en tierras castellano-manchegas, pero investigando al milímetro, y con datos obtenidos de las fuentes más fidedignas, sobre todos y cada uno de los cauces por los que la edición de libros se ha expresado en nuetra Región.
El libro se inicia con unas palabras de Trinidad Fernández Martín, artista autora de la cubierta del libro, y de Angel Felpeto Enríquez, consejero de Educación y Cultura de la Junta de Comunidades. Los autores del texto exponen en un primer amplio capítulo la evolución de la edición de libro en Castilla-La Mancha, su “evolución histórica” y una “Cronología” muy detallada. Además un capítulo titulado “Editoriales que no están en esta exposición” trata de dar noticia de aquellas iniciativas que, o se han agotado ya, o no han respondido a la encuesta previa para elaborar el censo de empresas editoras.
El libro sigue con una amplia relación de fichas en que van apareciendo las más significadas editoriales regionales, tanto públicas como privadas, con su logotipo, un ejemplar de alguna de sus obras, y una detallada mención de la ciudad donde radican, personas que las dirigen, materias que tratan, títulos significativos, fecha de fundación, número de títulos, etc.
La tarea de González-Calero y sus colaboradoras en esta exposición va más allá del simple acarrero de noticias. Porque a través de su escrito, de su publicación, y de la exposición tan vistosa que han montado en un lugar tan impresionante como la Sala Borbón-Lorenzana, hay un mensaje de calado. Y es el dictado de las personas que se han propuesto mantener viva la cultura escrita, esa cultura a la que se accede con la vista, con el oído, y con la imaginación, y en la que está depositado el mundo, completo, a través de las ideas, de las noticias, de los apuntes, de las explicaciones, de los rumbos y de las intenciones…. El espíritu humano late en los libros. Y aquí, en Castilla-La Mancha, y sobre todo en los últimos 40 años, se le ha visto y sentido latir, con energía, con vistosidad… dejamos que suene el aplauso por esta inicitativa, y que ella suponga el inicio de una atención mayor, de población y autoridades, hacia el mundo de los libros, de los escritores, de los pensadores y de los editores.
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