Las Ursulinas en Molina

Benito Hombrados, Begoña: “Fundación del convento de Ursulinas en Molina de Aragón”. Edición de la autora. Lebrancón, 2007.

Por lo menos debe quedar constancia de la existencia de esta breve obra, realizada de forma artesanal y con la justa sobriedad que requieren las noticias históricas. Un ejemplo, mínimo, de cómo cualquier saber debe quedar impreso, legado a futuros lectores, a investigadores locales, y siempre guardado en la memoria colectiva de una comunidad.

Begoña Benito ha tomado nota de los detalles que dieron vida a la comunidad religiosa de las Ursulinas en Molina. Y comienza copiando a la letra, el documento que lo testifica, y que escrito en francés, dice así: “Relación de los motivos que obligaron a pasar a Valencia a Sor Escolástica, Trinidad, Gertrudis y Visitación, religiosa ursulinas del convento de Sainte Marie, diócesis de Oloron en Bearn, y las particularidades del viaje” y que fue redactado en 1793 y 1794 mientras estas religiosas huían del Terror revolucionario en Francia, y se asentaron en Valencia y Sagunto, para después, emigrar a Molina de Aragón, en 1807, donde fueron bien recibidas, iniciando allí su andadura de dos siglos largos… aunque en el interin otras guerras en España (por ejemplo, la de la Indepedencia, muy inmediata a su llegada) las obligaron a refugiarse en Lebrancón. Desde 1810 a 1815 allí permanecieron, volviendo entonces a Molina, quedando en el edificio que se levantó para su convento junto a la parroquia de San Pedro. Desde Molina, en 1818 fundaron el Colegio de Sigüenza, que todavía permanece activo.

Con muchos detalles curiosos de las vidas aventureras de estas monjas, Begoña Benito Hombrados nos da este sabroso relato de la fundación y mantenimiento de una comunidad de monjas en las altas parameras molinesas. Un documento de tan sólo 48 páginas impreso en cuarto, pero que ofrece datos para la historia mínima de Molina y su Señorío.