Reedición digital de “Monasterios y Conventos en la provincia de Guadalajara” de Antonio Herrera Casado.
José Luis García de Paz, Año Nuevo 2012.
En 1974, el actual Cronista Provincial de Guadalajara y profesor de la Universidad de Alcalá de Henares, Antonio Herrera Casado (Guadalajara, 1947) publicó su obra seminal “Monasterios y Conventos en la provincia de Guadalajara”, editada por la Diputación Provincial de Guadalajara. El autor condensó en 326 páginas una labor de años de búsqueda de documentación y bibliografía en archivos estatales, en un tiempo en que Internet no facilitaba su acceso digital a través de portales como http://pares.mcu.es y debía compatibilizar su trabajo de otorrinolaringólogo con la visita a Archivos estatales y provinciales.
Buena cantidad de referencias documentales fueron mencionadas por primera vez en esta obra, que ha sido citada en las publicaciones de investigación histórica sobre la provincia de Guadalajara y en libros de investigación y divulgación. Asimismo, al describir el estado de los conventos de la provincia en 1974 y aquellos desaparecidos a lo largo del tiempo (por ejemplo, San Salvador de Pinilla de Jadraque, San Francisco de Mondéjar, San Francisco de Atienza, Lupiana, La Salceda, Óvila o Sopetrán), ha sido fuente para los trabajos dedicados al patrimonio desaparecido de Guadalajara. De hecho, la portada original era una foto invernal de las ruinas de la iglesia del monasterio de Bonaval en Retiendas.
Escrita con seriedad y rigor, las líneas dejan adivinar un amor por la provincia natal del autor del libro, incluso un deje poético. Tiene abundantes notas a pié de página, unas con referencias documentales y otras con añadidos históricos así situados para no perder el hilo del texto. La obra se agotó con relativa rapidez y es difícil de encontrar en librerías de viejo, debiendo de recurrir los estudiosos de la provincia a Bibliotecas Públicas.
Afortunadamente, a finales de diciembre de 2011 la Editorial Aache, como comienzo de los actos del décimo aniversario de la Librería Aache (calle Malvarrosa 2, Guadalajara), ha puesto a la venta la reedición digital de esta obra. Es evidente que el mercado editorial, y más en tiempos de recesión, tiende a las ediciones electrónicas que son más baratas para el lector y que pueden leerse en cualquier lugar mediante netbooks, y lectores de libros electrónicos, que cada vez son menos fatigosos para la vista gracias a la tinta electrónica y permiten encontrar muy rápidamente una frase dada. Por ello la Editorial Aache ha iniciado una colección en la que está reeditando digitalmente sus obras agotadas, como la escrita por Francisco Layna Serrano sobre el desafortunado monasterio de Óvila (Trillo). Por supuesto, siempre podemos recurrir a la impresión bajo demanda, si deseamos sentir el papel en nuestras manos y anotar en los márgenes notas y comentarios.
La edición electrónica de editorial Aache es un facsímil en cuanto al texto publicado en 1974, pero las fotografías en blanco y negro de dicha edición se han cambiado por fotos a color en algunos casos y en otros por fotos de hace cuarenta años con mejor calidad que en la edición original. Al ser un facsímil, aparecen varios monasterios que han cerrado desde entonces, como las franciscanas concepcionistas de Pastrana (1994), o que continúan a través de los siglos como Valfermoso de Tajuña o Cifuentes, o que han llegado acabando el siglo XIX y recibido una alta consideración por su labor social, como las Hermanas de la Caridad de Santa Ana (“las Anas”) que llevan adelante desde 1977 una encomiable labor de la Misión Rural de Ayuda a Domicilio con los ancianos en la comarca alrededor del monasterio femenino cisterciense de Buenafuente del Sistal, el más antiguo cenobio femenino de la provincia. Son solo unos ejemplos que no hacen de menos a las órdenes no citadas.
Tras el prólogo de fray Justo Pérez de Urbel y la introducción del autor, la obra comienza con la descripción de la vida monástica y del eremitismo para continuar describiendo los monasterios masculinos y femeninos, orden por orden monástica. Así se detalla la historia y vida de los hombres y mujeres de los conventos y monasterios agustinos, benedictinos, cistercienses, carmelitas, trinitarios, franciscanos (los más abundantes) dominicos, mercedarios, jerónimos (orden española nacida en Lupiana a finales del siglo XIV, Guadalajara), jesuitas, ursulinas, filipenses, hermanos de San Juan de Dios, hijas de la Caridad, las Anas, escolapios, hermanitas de los ancianos, salesianos y maristas. Acaba con un capítulo para órdenes con menor presencia en la provincia y brevemente mencionadas, desde paúles y claretianos a las Adoratrices o a las Siervas de María. Los más antiguos monasterios masculinos fueron los de Sopetrán (benedictinios) y Ovila, Bonaval y Monsalud (cistercienses) y el femenino fue el ya mencionado de Buenafuente del Sistal.
Junto a la historia, aparecen las biografías de algunos de los moradores, protectores y mecenas de los conventos, lo que incluye a los condes de Cifuentes, a la dinastía Mendoza y a los duques de Medinaceli, pero también a hidalgos y campesinos como recogen los documentos de donaciones antes y después de morir, el cómo empezó la orden jerónima y fue protegida por la Casa de Austria, y como llegó la destrucción y decadencia de conventos y monasterios que desaparecieron con la Desamortización de 1835. Muchas obras de arte descritas acabaron destruidas o malvendidas desde entonces. Así, el convento de San Francisco de Guadalajara acabó como cuartel militar, y el monasterio de Óvila fue desmantelado y llevado, en gran parte, a USA. El de Buenafuente se salvó en 1980 gracias a una fundación en la que participó, entre otros, el famoso guitarrista Narciso Yepes, después de publicado el libro del que tratamos
En fin, suficiente historia y vida como para satisfacer al lector avezado y al curioso, y para servir de buen regalo en estas Navidades de 2011 y Reyes de 2012, sin precisar de un alto desembolso, más bien un irrisorio valor menor de 10 euros.
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