domingo, 23 de mayo de 2010

20 escapadas de leyenda




Leyendas para promocionar el turismo


Esta mañana he estado en la Oficina de Turismo de Budia, y allí me han entregado como material de fomento del turismo un libro tan bonito, que no me resisto a ponerle aquí como ejemplo y recomendar a mis lectores que traten de hacerse con un ejemplar.

La Oficina de Turismo de Budia es un lugar mágico, regido por un entusiasta de su pueblo, de Castilla, de España, de sus paisajes y monumentos: un devoto y ejemplar patriota que ama con intensidad a su tierra, y trabaja por ella. Se llama José Luis Rojo, y el recinto que maneja es un sorprendente lugar en el que caben desde los mil folletos de turismo de Castilla-La Mancha y España entera, a libros de varias editoriales, todos relativos al fomento del turismo en la Alcarria, y hasta un recinto mínimo en el que –dicen- durmió Camilo José Cela la famosa noche que el alcalde de Budia le encarceló por indocumentado. Allí enseña el catre donde durmió y el receptáculo de loza en el que vertió sus melancólicos orines.

El libro que José Luis me ha regalado se titula “20 escapadas de leyenda” y lo ha editado el Instituto de Promoción Turística de Castilla-La Mancha. Cuadrado, de 21 x 21 cms., tiene incontables páginas (va sin numerar) y está impreso sobre papel del bueno, todo a color: a lo grande de verdad, como todo lo que se hace en Castilla-La Mancha. Costes not problem.

Ofrece 20 leyendas radicadas en las 5 provincias de la Región. Repartidas uniformemente, a Guadalajara le corresponden cuatro de ellas: la de la Princesa de Éboli en Pastrana, la de la princesa Elima de Brihuega, la de doña Blanca de Borbón en Sigüenza, y la de los Amantes del Alamín en Guadalajara (esta leyenda salida del magín prodigioso de Alfonso Rodrigo Arribas) Todas ellas ofrecen un breve prólogo, un desarrollo en forma de cómic, y una referencia al lugar en que se desarrolla, con bibliografía, lugares a visitar en su torno, y direcciones complementarias en Internet. Los dibujos se deben a tres artistazos, llamados Enrike Valiente, Borja Chacón Honorato (alias el chak) y Guillermo Cebrián.

Una forma agradable, útil, hermosa, de dar a conocer las tradiciones de nuestra tierra, y de animar al viaje por estas inacabables (en sorpresas) tierras de Castilla-La Mancha. Un aplauso para este Instituto de la Junta. Como lo siento lo digo. (Ya vendrán días peores).


Antonio Herrera

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