I
XIV Encuentro de Historiadores del Valle del Henares. Alcalá
de Henares 27-30 noviembre 2014. Libro de Actas, Madrid,
Institución de Estudios Complutenses, Diputación Provincial de Guadalajara y
Centro de Estudios Seguntinos del Ayuntamiento de Sigüenza, 2014, 692 pp.
(I.S.B.N.: 978-84-88293-05-3).
Surgieron estos
Encuentros por los años 88 de mil novecientos, con la sana idea y la doble
pretensión de investigar y difundir la cultura generada por el fértil, en este
caso en el terreno cultural, Valle del río Henares, -que no del mal llamado
“Corredor del Henares”-, como principal vía de comunicación desde los tiempos
prehistóricos hasta la actualidad.
Es decir, desde un punto
de vista histórico en el que no debían existir líneas político-administrativas
separadoras tales como las comunidades autonómicas, las provincias y los
municipios, puesto que lo que se trata de analizar es ese caudal de
conocimientos culturales que se extendieron por todo el Valle, gracias
precisamente a ese río que les sirvió de vía de penetración.
Por eso, en esta
ocasión, más de medio centenar de investigadores se han dado cita en esta XIV
edición de los ya tradicionales Encuentros de Historiadores, con el fin de
tratar diversos aspectos del mundo del Valle del Henares, relacionados con la
Historia, el Arte, la Etnología y Antropología, así como con sus
correspondientes ciencias auxiliares, porque, como se quiere demostrar, el
Valle del río Henares, con todos sus afluentes, ha sido desde la lejana prehistoria
un importantísimo agente generador de culturas, que en ningún momento ha dejado
de serlo, como demuestra una somera valoración de los títulos de los trabajos
recogidos en las actas que seguidamente comentaremos, así como en las de los
trece Encuentros anteriores.
Los problemas que han
surgido a la hora de realizar este XIV Encuentro han sido considerables, pero
gracias las cuotas de quienes han participado -tanto como comunicantes como
asistentes-, así como a la ayuda económica de la Institución de Estudios
Complutenses a través de las becas a sus asociados y del Ayuntamiento de Alcalá
de Henares, que en gran parte han financiado las Actas, y de la Universidad de
Alcalá, amén de otras instituciones del Valle del Henares como la Junta de
Comunidades de Castilla-La Mancha, la Diputación Provincial de Guadalajara (a
través de su Servicio de Cultura) y los Ayuntamientos de Guadalajara (Patronato
Municipal de Cultura), Sigüenza y
Jadraque, y las Asociaciones de Amigos del Museo de Guadalajara y del Archivo
Histórico Provincial, que si no han contribuido económicamente, al menos han
ayudado al éxito de la presente edición, mediante la donación de libros y
material que fue entregado a los participantes. A todos ellos nuestro
agradecimiento.
Pero, verdaderamente,
nuestro agradecimiento debe ir destinado a los asistentes al Encuentro,
auténticos protagonistas del mismo, por exponer sus investigaciones de una
manera altruista y desinteresa, compartiéndolas con amigos, colegas y
compañeros.
Seguidamente, en una
serie de entregas de nuestro Baúl de Libros, iremos danto a conocer todas
aquellas comunicaciones que tengan algo que ver en su contenido con la provincia
de Guadalajara, comenzando por la
lección o conferencia inaugural, teniendo en cuenta que muchos trabajos abarcan
espacios más amplios.
CONFERENCIA INAUGURAL
* Luis Miguel de Diego
Pareja, “Los afrancesados en el valle del Henares durante la Guerra de la
Independencia”, páginas 13-34.
Un trabajo que se centra
en el indeterminado número de españoles que se pusieron al servicio del rey
José Bonaparte “Pepe Botella”.
El autor explica las
causas que motivaron o pudieron motivar su afrancesamiento, que para unos fue
su propia convicción, pensando que el nuevo sistema político era lo mejor para
España; para otros sirvió como medio de ascenso social y mejora económica y,
finalmente, para una tercera parte, quizás la menos cuantiosa, por simple temor
a posibles represalias en sus personas, familias y propiedades.
Una lección dirigida al
estudio de una serie de personajes afrancesados, de diferente extracción social,
para, tras el seguimiento de su actividad durante la Guerra de la
Independencia, intentar comprender los motivos que provocaron su conducta.
HISTORIA
* Javier Plaza de
Agustín, “Los caballeros de los montes de Guadalajara y la protección de los
bosques de la ciudad al final de la Edad Media”, páginas 35-48.
Parte este trabajo del siglo
XI, en que Guadalajara se constituye, desde su incorporación a la Corona de
Castilla, en un extenso territorio dotado de abundantes bosques y pastos
comunales, que durante la Baja Edad Media fueron constante objeto de expolio,
tanto por parte de los concejos vecinos, como de sus propios habitantes y de
los de sus aldeas, ante lo que los regidores de Guadalajara trataron de atajar
el problema, cada día más acuciante, a través de la redacción de diversas
ordenanzas y la creación de un grupo de oficiales -los denominados caballeros
de los Montes- encargados de asegurar su cumplimiento, aunque la actuación de
estos “vigilantes” no pudo evitar la deforestación de la comarca, que se
documenta ya en el siglo XVI.
* Pablo Martín Prieto (Universidad Complutense de Madrid), “El
señorío de Guadalajara en la Edad Media. Contribución a su estudio”, páginas
49-63.
Una vez conquistada
Guadalajara y tras su incorporación a la Corona de Castilla, Guadalajara
siempre fue considerada como de “realengo”, aunque propiamente no lo fuera, por
lo que nunca fue concedida a persona alguna que no perteneciera a la familia
real.
Sin embargo en algunas
ocasiones fue cedida temporalmente a determinadas personas de sangre real,
especialmente a reinas consortes e infantas, con el fin de poder sostener su
estado y rentas.
Martín Prieto recoge en
la presente comunicación nuevos detalles acerca de lo que se sabía sobre este
tema, dibujando una mejor comprensión de la sucesión y el papel de quienes en
el medievo retuvieron la dignidad de señor o señora de Guadalajara.
* Luis Antonio Martínez
Gómez, “Colegiales de Fuentelahiguera en el Colegio Mayor de San Ildefonso”,
páginas 111-129.
El autor de este trabajo
recoge, desde el siglo XVI hasta finales del XVIII, una serie de colegiales en
el Mayor de San Ildefonso de Alcalá de Henares, naturales de la villa de
Fuentelahiguera, que se licenciaron generalmente para ejercer cargos
eclesiásticos y leyes.
Parte la nómina de
Eugenio Pérez, natural de Usanos (c. 1564) y llega hasta Juan de la Plaza,
1723, casi todos emparentados familiarmente, hasta completar la docena.
* Juan Gabriel Ranera
Nadador, “El décimo duque del Infantado, Juan de Dios Silva y Mendoza. Guerra
de Sucesión, patronato y entierro”, páginas 151-166.
Refiere Ranera Nadador
que durante el periodo comprendido entre el siglo XVII y el XVIII, fue Juan de
Dios Silva y Mendoza quien estuvo al frente de la casa mendocina como X duque
del Infantado, es decir el hombre más rico de España gracias a la inmensa
cantidad de cabezas de ganado que poseía. Fue partidario de los borbones
durante la Guerra de Sucesión, por lo que tuvo que huir del archiduque de
Austria, pasando de una a otra de sus posesiones alcarreñas, escondiéndose, por
lo que fue procesado y desterrado por Felipe V, dada su escasa implicación en
la guerra.
Finalizada dicha
contienda bélica abandonó la corte para dedicarse exclusivamente a la
gobernación y administración de sus posesiones y, gracias a sus éxitos
comerciales, poder llevar a cabo la “gran idea” de sus antepasados, consistente
en la construcción de un panteón familiar a imagen y semejanza del panteón real
del Escorial, en el convento de San Francisco de Guadalajara (vulgo “El
Fuerte”, donde en la actualidad puede visitarse).
Sin embargo, su última
voluntad fue la de ser enterrado en el convento carmelitano de San José
-“Carmelitas de Abajo”- con el fin de evitar la perpetuación de su memoria en
el ostentoso panteón que él mismo mandó construir.
* Amparo Donderis
Guastavino, “El Obispo Minguella y la investigación de la historia seguntina”,
páginas 183-196.
Comunicación consistente
en un acercamiento a la vida, obra y mentalidad del obispo fray Toribio de
Minguella y Arnedo, así como al ambiente cultural del que fue rodeado y que,
sin duda, dejó una importante huella en su personalidad y en su producción
historiográfica, realizada principalmente en la ciudad de Sigüenza, donde supo
rodearse de algunos de los más importantes investigadores del momento para dar
a la luz su obra más destacada: La interesantísima (aunque necesariamente
revisable) Historia de la diócesis de
Sigüenza y de sus obispos hasta el
siglo XIX, que dejó publicada en tres tomos y que posteriormente fue
añadida en un tomo más por la pluma del canónigo Aurelio de Federico Fernández
y que abarca hasta 1945.
II
IV Encuentro de Historiadores del Valle del Henares. Alcalá
de Henares 27-30 noviembre 2014. Libro de Actas,
Madrid, Institución de Estudios Complutenses, Diputación Provincial de
Guadalajara y Centro de Estudios Seguntinos del Ayuntamiento de Sigüenza, 2014,
692 pp. (I.S.B.N.: 978-84-88293-05-3).
* Juan Carlos Berlinches
Balbacid, “El drama de la libertad: Las Juntas de Libertad Vigilada”, páginas
235-247.
Una comunicación que se
adentra en la vida de los presos que lograron la libertad condicional en la
España franquista, en la que se ve cómo, en algunas ocasiones, dicha libertad
“condicional” llegó a ser un auténtico “camino de espinas”, puesto que con
demasiada frecuencia, algunos “beneficiarios” se encontraron con la
imposibilidad de poder regresar a sus pueblos de origen y volver a reiniciar
una vida “normal”.
* Juan Antonio Espinosa
Pérez, “La actuación de las organizaciones de izquierda de Guadalajara ante la
sublevación de julio de 1936”, páginas 249-262.
Se trata de un estudio
que analiza cómo actuaron las fuerzas izquierdistas de Guadalajara en respuesta
a la preparación de la sublevación militar de julio de 1936 y su posterior
desarrollo a lo largo de los días 21 y 22, entendiendo por organizaciones de
izquierda aquellas que formaron parte del Frente Popular, es decir,
republicanos, socialistas y comunistas, a los que hay que añadir al sindicato
socialista UGT, los pocos anarquistas existentes y a los miembros de la Unión
Militar Republicana Antifascista (UMRA).
* Juan Pablo Calero
Delso, “La vanguardia alcarreña de la educación femenina”, páginas 277-293.
Calero Delso ofrece en
esta comunicación los aspectos biográficos más destacados de un grupo de
mujeres, relacionadas con la provincia de Guadalajara, que constituyeron la
avanzadilla de la educación femenina durante el siglo XX.
Mujeres que casi siempre
ejercieron como maestras y profesoras, como Crescencia Alcañiz Maestro,
Enriqueta Hors Bresmes, Isabel Jiménez Ruiz, María del Carmen Martínez Sancho,
Visitación Puertas Latorre y Asunción Vela Torre, que estuvieron a la
vanguardia de la educación femenina en España, desde los pueblos alcarreños
donde ejercieron su profesión.
* Sonia Jodra Viejo (Universidad Complutense de Madrid),
“Desarrollo de la prensa local en Guadalajara al albur de los cambios
político-sociales de la Transición (1975-1985)”, páginas 309-326.
La comunicación comienza
dando a conocer el estado en que la ciudad de Guadalajara se encontraba en los
momentos inmediatamente anteriores a la Transición. Una ciudad que contaba con
escasa población, como consecuencia de anteriores periodos y su proximidad a
Madrid, y que tras diez años tan sólo alcanzó un llamativo crecimiento en lo
referente a la prensa, a través del nacimiento de numerosos periódicos de todo tipo.
Guadalajara, que nunca
había contado con un diario, se encontró de buenas a primeras con el nacimiento
de dos periódicos diarios: Guadalajara.
Diario de la mañana (1978-1981) y La
Prensa Alcarreña (1981-1985), hecho que surgió dando paso al nacimiento de
nuevas empresas periodísticas de distinto signo, a través de nuevas líneas de
ayuda.
No obstante, dichos
diarios tuvieron que desarrollar su actividad informativa en convivencia con
dos cabeceras tradicionalmente conocidas de antemano en toda la provincia: Flores y Abejas (1894) y Nueva Alcarria (1939), cuyo modelo
periodístico, en parte anticuado aunque profundamente arraigado, impidió en
ocasiones -o al menos dificultó- el asentamiento del modelo diario, que también
ve un impedimento a su desarrollo en la prensa madrileña de ámbito nacional,
especialmente en las zonas urbanas (como más pobladas).
De todos modos, concluye
Sonia Jodra su trabajo diciendo que aquellos diarios “consiguieron desarrollar
la función con la que llegaron al mercado de la prensa local: agitar el orden
establecido e introducir nuevos modos de comunicar”, por lo que lo que es
lógico considerar que esta prensa colaboraba, como sucedía a nivel nacional, a
la democratización de la sociedad guadalajareña y al replanteamiento del papel
de la prensa en la nueva vida pública de la provincia.
* Enric Cabrejas Iñesta,
“Luzaga. La cuestión nominativa del municipio de Guadalajara”, páginas 327-340.
Quizá el título de esta
comunicación no sea muy exacto, pero tampoco debemos darle mayor importancia de
la que requiere, puesto que su autor, Cabrejas Iñesta, habrá querido referirse
sin duda cuando dice “municipio de Guadalajara”, a “municipio de la actual
provincia de Guadalajara”. Hubo sus comentarios al respecto, en los que siempre
se admitió la buena voluntad.
La presente
investigación trata sobre el origen de la denominación primigenia de la ciudad
de Luzaga, a través del establecimiento de la onomástica de la villa y de la
restitución del origen etimológico del nombre Luzaga, todo ello gracias a la
abundante cantidad de topónimos correspondientes a ciudades ibéricas, que,
generalmente fueron teónimos dados, en su mayoría, en la Edad del Bronce.
Aquellas paleo o arqueodenominaciones,
alteradas con el paso del tiempo, aunque aún reconocibles, constituyen la
actual toponimia española, nombres de lugares y ciudades que desde tiempos
ancestrales quedaron bajo el amparo y protección, dedicadas al culto de las
primordiales deidades de los íberos y de los celtíberos, algo natural y perfectamente
comprensible si consideramos que para ellos no hubo nada más importante que la
expresión de su religiosidad.
ARTE
* Emilio Gamo Pazos, “Un
elemento arquitectónico altomedieval de Tamajón (Guadalajara), páginas 341-345.
Un brevísimo trabajo en
el que se aborda el estudio de un relieve visigótico conservado en el Museo de
los Concilios de Toledo, que no deja de ser una aportación al conocimiento de
la arqueología altomedieval de las serranías del noreste de la provincia de
Guadalajara.
Al tiempo se presenta una
cruz procedente de Tamajón actualmente depositada en el Museo de Santa Cruz de
Toledo.
* Miguel Ángel Cuadrado
Prieto y María Luz Crespo Cano, “Las mezquitas de Madinat al-Faray o
Wadi-l-Hiyara. Una propuesta
teórica a partir de nuevos datos”, páginas 347-366.
Los autores de este innovador,
aunque controvertido trabajo, parten de la identificación de la mezquita aljama
y de las mezquitas “de barrio” en la Madinat-al-Faray
medieval, con el fin de plantear una nueva hipótesis sobre el número, situación
y evolución de estos templos en la medina andalusí.
* José Arturo Salgado
Pantoja, “La iglesia parroquial de Castilblanco de Henares”, páginas 367-385.
La presente comunicación
es un análisis pormenorizado de la iglesia de Castilblanco de Henares, erigida
en la Edad Media según los esquemas románicos imperantes en la época.
Posteriormente, como la mayoría de las iglesias enclavadas en esa zona y en los
mismos siglos, se vieron modificadas con la adición de algunas estructuras como
el pórtico o la cabecera.
Este estudio va
analizando paulatinamente cada uno de los elementos constructivos añadidos -la
evolución constructiva del edificio- poniendo en valor su patrimonio mueble e
inmueble, con el apoyo de algunos datos procedentes de su archivo.
* Elena García Esteban,
“Restauración y recuperación de un alfarje medieval policromado con escudos
heráldicos en el palacio de los Conde de Coruña, Guadalajara”, páginas 387-399.
Estudio que trata acerca
de los trabajos de investigación, conservación y restauración efectuados en
2010 sobre uno de los alfarjes del primer piso de la crujía de la fachada
principal del Palacio de los Condes de Coruña, en Guadalajara.
Se trata de una
restauración que, aparte de la recuperación de una obra de arte inmueble de
incalculable valor artístico, contribuye a engrosar el patrimonio artístico de
la ciudad, puesto que en el momento actual, la ciudad de Guadalajara, conserva
contados ejemplos de techumbres originales de tradición mudéjar y, además,
aporta una valiosa información sobre los orígenes medievales del mencionado
palacio renacentista contribuyendo al
conocimiento de algunos de los linajes más importantes de la ciudad, por lo que
deja abierta una nueva línea de investigación sobre este área.
III
XIV Encuentro de Historiadores del Valle del Henares. Alcalá
de Henares 27-30 noviembre 2014. Libro de Actas,
Madrid, Institución e Estudios Complutenses, Diputación Provincial de
Guadalajara y Centro de Estudios Seguntinos del Ayuntamiento de Sigüenza, 2014,
692 pp. (I.S.B.N.: 978-84-88293-05-3).
* Pablo Morterero
Millán, “La sinagoga mayor de Hita: Una propuesta para su localización”,
páginas 401-414.
En 1972, el estudio de
Francisco Cantera Burgos y Carlos Carrete Parrondo titulado “La Judería de
Hita”, dio a conocer la existencia de
una “synoga mayor” en dicha localidad alcarreña. Posteriormente diversos
investigadores se hicieron eco de su existencia, aunque nunca llegaron a
ofrecer datos acerca de su asentamiento concreto, por lo que a partir de una
relectura de las fuentes utilizadas por los dos autores citados, el Inventario Osuna
(caya realización encargó el Duque del Infantado en 1942 y que actualmente se
conserva en el fondo Osuna del Archivo Histórico Nacional) y el estudio
edificatorio de la zona, se plantea una nueva hipótesis sobre la posible
localización de dicha sinagoga, que puede abrir un debate acerca de los pueblos
exclusivamente habitados por judíos, como podría ser el caso de Valdearenas,
junto a Hita.
* Raúl Romero Medina (Universidad Internacional Isabel I de
Castilla), “Abastecimiento de agua y poder en la Edad Moderna. La obra de
la fuente del palacio de los duques de Medinaceli en Cogolludo (1508-1648)”,
páginas 415-430.
El crecimiento de la
población durante la Edad Moderna obligó a muchos municipios a la realización
de numerosas obras de carácter hidráulico con el fin de abastecer de agua
potable a la población. Este trabajo trata, precisamente, de ese abastecimiento
de agua a la villa de Cogolludo, centrándose en la obra de la fuente del
palacio de los duques de Medinaceli, que tuvo lugar en el periodo comprendido
entre los años 1508 y 1648.
Para ello, el autor se
basa en los datos aportados por tres documentos:
- Cogolludo, 1508,
octubre, 21. Andrés Martínez, escribano de la villa de Cogolludo, da testimonio
de la relación de maravedíes gastados por orden de don Juan de la Cerca, duque
de Medinaceli, en la obra de la fuente del palacio de Cogolludo y los maestros
que en ella intervinieron (ADM. Sección Cogolludo, Leg. 7, n. 24).
- Cogolludo, 1508,
octubre, 21. Juan de Cañero, escribano público de la villa de Cogolludo, da
testimonio de los maravedíes gastados en la fortaleza, palacio y fuente del
palacio de Cogolludo (ADM. Sección Cogolludo, Leg. 7, n. 24).
- Coglludo, s/f. Memoria
de las condiciones con las que un maestro se compromete a realizar la obra para
la traída de aguas desde el pozo del tinte al palacio del duque de Medinaceli
en Cogolludo. (ADM. Sección Medinaceli, Leg. 6, n. 16).
* Ricardo L. Barbas
Nieto, “El retorno del apostolado del Greco en Almadrones. Los Hombres Feos”,
páginas 431-443.
Una descripción del
“apostolado” del Greco que se conservaba completo en la iglesia parroquial de
Almadrones, hasta la pasada Guerra Civil, su posterior hallazgo y nueva
pérdida. Barbas Nieto define así esos cuadros siguiendo la tradición popular:
“Eran lienzos enmohecidos,
cubiertos de telarañas y fino hollín, de viejas velas encendidas de minúsculo
hilo de humo y luz. Solo en breves instante, a contraluz, sobre aquellos
pequeños cuadros se dejaba atisbar el reflejo tenue de las pinceladas de su
original y especial maestría y naturaleza…
Aquellos rostros de hombres de
mirada penetrante, de compleja forma y silueta, aquellos que, colgados en la
altura vigilaban como criaturas inmateriales, carentes de solidez física a las
gentes del pueblo que les daba cobijo, eran para ellos simple y llanamente: “Los
Hombres Feos””.
* Natividad Esteba
López, “Las mazas e insignias del Ayuntamiento de Guadalajara”, páginas
445-451.
Las primeras fueron
realizadas en 1593, probablemente, por Gabriel de Cevallos, platero de Alcalá
de Henares, ya que el Ayuntamiento alcarreño se las pedía prestadas al
complutense; las segundas, en 1646, quizás por algún artífice de la capital.
* José Luis Barrio Moya,
“Dos enconchados mexicanos en la carta de dote de la señora alcarreña doña Ana
Antonia de Zapata y Mendoza (1725)”, páginas 491-499.
Parte este trabajo de la
explicación acerca de la importancia que tienen las cartas de dote para el
conocimiento del marco material en que desarrollaron su existencia las
diferentes clases sociales españolas durante los siglos pasados, puesto que en
dichos documentos se registraban los bienes que cada uno de los contrayentes
aportaba a su unión: casas, dinero, muebles, pinturas, ropas, vestidos, oro,
plata y joyas, por lo que en ocasiones, en estas cartas de dote aparecen
interesantes curiosidades, como son las dos pinturas, con enconchados,
mexicanas que la señora alcarreña doña Ana Antonia de Zapata y Mendoza aportó a
su matrimonio con el caballero granadino don Francisco Pascual de Abaunza,
celebrado en Madrid en agosto de 1725.
* Juan Manuel Tieso de
Andrés, “Los viajes de agua en Fontanar, un patrimonio para conocer y
conservar”, páginas 501-518.
Un amplio e interesante
recorrido por los viajes o minas de agua todavía existentes en Fontanar,
especialmente de los más importantes, que fueron ideados y perfeccionados por
los monjes Cartujos del Monasterio de Santa María del Paular con el fin de
poderse abastecer y regar las amplias huertas que poseían en dicha localidad
campiñera y que todavía constituyen una
importante obra de ingeniería hidráulica
* José Miguel Muñoz
Jiménez, “El arquitecto Mateo Tabernero y sus diseños de seis casas de
labradores en la villa de Serracines (Madrid), encargo del XII Duque del
Infantado (1778-1780)”, páginas 519-535.
El reformismo agrario
del rey Carlos III con que tribuyó a que muchos nobles procurasen mejorar las
condiciones de vida de sus colonos. Uno de estos nobles fue el XII duque del
Infantado, que se preocupó por el amejoramiento de las viviendas de algunos de
sus trabajadores -como es posible observar a través de los seis dibujos de
casas correspondientes al periodo 1778-1780, que se incluyen en el trabajo, así
como en las subsiguientes condiciones de obra-. Las casas se construyeron en la
villa de Serracines y su traza se debe al arquitecto, hasta este momento
desconocido, Mateo Tabernero, maestro de obras de dicho duque.
* Pedro José Pradillo y
Esteban, “Origen pretérito al algunos espacios públicos de la ciudad de Guadalajara.
Descubriendo el paisaje urbano medieval”, páginas 575-591.
Brillante comunicación
consistente en una necesaria puesta al día de las últimas investigaciones
realizadas tanto en archivos como en el subsuelo de la ciudad de Guadalajara que permite un nuevo punto de
vista de su realidad urbana actual, su origen y evolución y que, en algunos
casos, permite la reconstrucción de paisajes y detalles que se creían perdidos.
El trabajo se centra en
la antigua Alcallería-Cacharrerías, partiendo de la medina musulmana hasta
llegar a convertirse en arrabal alfarero y continúa por la actual Plaza de los
Caídos, desde ser plaza de armas hasta constituirse en centro urbano, para
finalizar con un estudio de la denominada “Artillería” y el entorno de la
Trinidad.
ETNOLOGÍA / ANTROPOLOGÍA
* Teresa Díaz Díaz, “La
fotografía post mortem. El álbum de
difuntos en Guadalajara”, páginas 593-602.
Un trabajo sobre la
evolución de los ritos funerarios que a lo largo de su existencia han seguido
una serie de fases: velar el cadáver, funeral y entierro, hasta mediados del
siglo XIX en el que se inventa la fotografía, pasando el álbum familiar de
difuntos a ser una parte más del rito que no podía faltar, a modo de expresión
afecto familiar. Sin embargo, esta parte ritual, terminó desapareciendo a
mediados del siglo XX, quizá por su contenido ciertamente macabro para los
gustos del momento. Pero a pesar de constituir una moda tan breve parece ser
que en los momentos actuales vuelve a cobrar cierta preponderancia.
* Javier Fernández
Ortea, “Los esgrafiados del término municipal de Sigüenza”, páginas 603-625.
La presente comunicación
pretende dar a conocer y difundir la existencia del esgrafiado, “fenómeno de
popularización arquitectónica”, que aún se conserva en los numerosos pueblos
que conforman el término municipal de Sigüenza, el más extenso de la provincia
de Guadalajara, revalorizando su condición al tiempo que se quiere visualizar
su entidad antes de su no muy lejana desaparición, explicando sus
características generales, orígenes, datación y distribución geográfica.
y IV
XIV Encuentro de Historiadores del Valle del Henares. Alcalá
de Henares 27-30 noviembre 2014. Libro de Actas,
Madrid, Institución de Estudios Complutenses, Diputación Provincial de
Guadalajara y Centro de Estudios Seguntinos del Ayuntamiento de Sigüenza, 2014,
692 pp. (I.S.B.N.: 978-84-88293-05-3).
* José Ramón López de
los Mozos Jiménez, “Aspectos etnológicos y folclóricos en la obra del Cronista
de Sigüenza Don Juan Antonio Martínez Gómez-Gordo”, páginas 649-665.
La Asociación Cultural
“El Doncel” de Amigos de Sigüenza y su Centro de Estudios Seguntinos
organizaron entre los días 29 de julio y 1 de agosto del presente año, las XL
Jornadas de Estudios Seguntinos, a modo de homenaje a la figura del que fuera
Cronista Oficial de la Ciudad Mitrada don Juan Antonio Martínez Gómez-Gordo.
Las palabras que entonces constituyeron mi charla, debidamente ampliadas y
adaptadas, conforman la presente comunicación, a través de la que quiero dejar
constancia del interés de la obra etnográfica y folclórica del citado Cronista,
centrándome en Sigüenza: Glosario de
Historia, Arte y Folklore, sus colaboraciones en la revista Cuadernos de Etnología de Guadalajara, y
en sus trabajos sobre Gastronomía, sin olvidar la relación personal de amistad
que nos unió durante muchos años, a través de la Institución Provincial de
Cultura “Marqués de Santillana” -ya desaparecida- y de estos Encuentros de
Historiadores del Valle del Henares.
* José Ramón López de
los Mozos Jiménez y José Antonio Ranz Yubero, “Algunos artículos del profesor
Fernando Jiménez de Gregorio sobre el entorno seguntino publicados en El Día de Toledo (1991-1996)”, páginas
667-684.
Esta comunicación es una
recopilación de los artículos que escribió el profesor Jiménez de Gregorio
sobre la provincia de Guadalajara, y, en especial, aquellos relacionados con la
ciudad seguntina y pueblos de su entorno.
En ellos el filólogo e
historiador muestra sus conocimientos de arte, historia y toponimia, además de
realizar descripciones de paisajes de los núcleos urbanos que visita y de las
gentes que encuentra a su paso.
Se han seleccionado
quince artículos:
1.- Hago la vía de
Mandayona al lugar de Alcuneza, pasando por la ciudad de Sigüenza.
2.- La soledad de
Alcuneza.
3.- Quien leyere sabrá
las razones filosóficas de la Mujer de Horna y del posible significado de esta
palabra.
4.- Por la villa de
Castejón.
5.- Visito el Santuario
de Barbatona. La antigua plaza de toros.
6.- Los muchos siglos de
la torre de Bujarrabal.
7.- De la iglesia y el
jamón de Bujalaro.
8.- La historia de
Jadraque.
9.- El paso de Baides.
10.- De Palazuelos a
Carabias.
11.- Sigo en Guijosa y
Paso a Cubillas del Pinar.
12.- Otra vez en
Palazuelos.
13.- En el entorno de
Sigüenza.
14.- El cronista muestra
su admiración por la ciudad de Sigüenza y se alarga a la villa de La Riba de
Santiuste.
15.- Los paseos por
Mandayona.
“Así paso mis vacaciones, ni envidioso ni envidiado…”.
* Noelia Esteban Amate, “In Memoriam
Pilar Sánchez Lafuente”, páginas 685-692.
Hasta aquí esta larga
reseña de los trabajos contenidos en el Libro
de Actas del XIV Encuentro de Historiadores del Valle del Henares (2014),
que tiene relación, digamos “directa” por su contenido, con la parte de la
provincia de Guadalajara incluida en dicho Valle.
Sin embargo, nos
gustaría dejar constancia, aunque solo sea expresando los autores y los títulos
de sus comunicaciones, que también afectan a otros pueblos del mismo Valle del
Henares, sin hacer caso de líneas demarcadoras de límites intercomarcales,
interprovinciales y otras menores aún, porque, en muchas ocasiones, nos
encontraremos con que los hechos acaecidos, por ejemplo, tienen lugar en un
amplio espacio geográfico que, hoy, afectaría a varias provincias.
Así:
“Las cofradías
medievales de Alcalá de Henares” (Manuel Vicente Sánchez Moltó), “La revolución
de las Comunidades de Castilla en Alcalá de Henares (1520-1521)” (Ángel
Carrasco Tezanos), “La organización municipal de Alcalá de Henares durante los
siglos XVI y XVII” (Fernando Bermejo Batanero), “Los votos que el Cabildo de la
Magistral, la Universidad, el Ayuntamiento y las Religiones hicieron a Santa
Ana y a la Natividad de Nuestra Señora. Alcalá de Henares. 1599. (AHMAH. Legajo
684/001)” (Drª. Mª. Evangelina Muñoz Santos), “Informaciones secretas sobre
revolucionarios franceses en Alcalá de Henares al cortarle la cabeza a Luis XVI
en 1793” (Daniel López-Serrano Páez), “La instrucción primaria en Torrejón de
Ardoz. Su reflejo en los documentos municipales” (Valentina Berrocal Margallo),
“Alcalá de Henares dentro de la I Internacional, un forcejeo entre marxistas y
anarquistas (1871-1872)” (Daniel López-Serrano Páez y Julián Vadillo Muñoz,
“Una aproximación al Socialismo en Alcalá de Henares" (José Luis Salas
Oliván), “Tomás Ramos Martínez. Un médico complutense procesado tras la Guerra
Civil española” (José Luis Valle Martín), “La explosión del polvorín de Alcalá
de Henares en 1947 vista por la prensa clandestina y exiliada” (Daniel
López-Serrano Páez y Julián Vadillo Muñoz), “Colegios-conventos con iglesia
fundados por los Franciscanos Capuchinos Descalzos en Alcalá de Henares”
(Celestino Fernández y Andrada), “Flores y frutas de Palacio. La huerta y los
jardines del Palacio Arzobispal de Alcalá” (Gustavo Chamorro Merino y Carlos Chamorro Cuenca), “125º
aniversario de la inauguración del puente de hierro del soto de Aldovea sobre
el río Henares” y “Aclaraciones sobre una imagen histórica: La foto del puente
de Aldovea realizada por la Casa Laurent en su 125º aniversario” (José Luis
Sánchez Peral), y “La posada alcalaína: Sátira, cuadro de costumbres y
etnografía en El sí de las niñas” (María del Carmen García Estradé).
El
XV Encuentro de Historiadores del Valle del Henares se celebrará en la ciudad
de Guadalajara, durante el último fin de semana del mes de noviembre de 2016.
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